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viernes, 27 de abril de 2012

"INSEGURIDAD SIN FIN"... En toda la provincia de Santa Fe...


Asaltaron una farmacia ubicada en La Rioja y 4 de enero

Dos sujetos armados ingresaron al local y se llevaron toda la recaudación. Una mujer embarazada, su marido, su nena de un año, fueron las víctimas de este desagradable episodio.

Imagen ilustrativa
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En diálogo con LT10, Pamela, dueña de la farmacia Perren (La Rioja y 4 de enero), expresó que "ayer, alrededor de las 8:20hs, ingresaron dos personas armadas, menores de 25 años y nos asaltaron. Nosotros estábamos con mi esposo, mi nena de un año y mi panza, ya que estoy embarazada. Mi esposo le dijo que se llevaron lo que había en la caja y que se fueran".
Además, Pamela agregó que "se llevaron toda la recaudación de ayer a la tarde. Esta es la primera vez que nos pasa una cosa así. Estamos muy preocupados por la inseguridad. Es increíble la impunidad que tienen estos sujetos. Cuando terminaron de robaron salieron caminando como si nada".

Fuente: SM- LT10



DESBARATAN UN QUIOSCO DE DROGAS EN UNA CUADRA SACUDIDA POR TRES CRÍMENESPDFImprimirE-Mail

on 27-04-2012 07:58  

Rosario - Hace tan sólo dos semanas, un joven de 19 años fue acribillado a balazos en Paraguay y pasaje Gomensoro, en el corazón de la urbanizada villa La Lata y a unas 20 cuadras del microcentro de la ciudad. Fue el tercer crimen perpetrado en un radio de 100 metros en poco más de un año. Entonces, los vecinos rompieron el silencio y mostraron su bronca y estupor por lo que describieron como "un enfrentamiento entre vendedores de droga" instalados en distintos sitios del barrio.

En ese marco, ayer a la mañana llegaron al lugar agentes de la Dirección de Control y Prevención de Adicciones de la policía provincial y allanaron dos viviendas. En una de ellas incautaron dos kilos de cocaína y uno de marihuana y detuvieron a un muchacho de 19 años al que sindican como proveedor de estupefacientes. En el otro domicilio, en el que funcionaba un quiosco de venta, secuestraron otro kilo de cocaína y algo más de un kilo de marihuana fraccionada para la comercialización. Además, apresaron a un chico de 14 años y a un joven de 28 quienes estaban a cargo del búnker.
"Antes, cuando estaban los pasillos de la villa y las calles no estaban abiertas, no se veía esto. Desde que abrieron las calles hay más quioscos de drogas y ahí tenés los resultados. Antes había delitos, pero no asesinatos como este", dijo una vecina a LaCapital el pasado 12 de abril, cuando en pasaje Gomensoro y Paraguay asesinaron de cuatro balazos a Sebastián Franco Rodríguez, de 19 años. Fuentes de la pesquisa aseguraron ese día que el homicidio estuvo vinculado a cuestiones familiares, aunque "por el lugar donde ocurrió no se puede descartar otra hipótesis", aclararon dejando abierta la posibilidad de que el hecho hubiese estado ligado al narcotráfico.
Así las cosas, los pesquisas de la ex Drogas Peligrosas pusieron su mirada sobre la zona y tras dos meses de investigación a dos casas de la zona solicitaron órdenes de allanamiento al juez federal 3, Carlos Vera Barros.
El proveedor. Los agentes primero irrumpieron en una casa de la ochava sureste de Paraguay y pasaje Gomensoro. Allí secuestraron dos ladrillos de cocaína que pesaron cerca de un kilo cada uno, un pan de marihuana de 1,100 kilo, una pistola Browning calibre 9 milímetros con su cargador completo y la numeración limada, una balanza digital, varios teléfonos celulares y documentación vinculada al negocio de la venta de drogas.
En esa vivienda, que para los pesquisas operaba como "centro de provisión barrial" y que durante algunos meses estuvo desocupada por una "mudanza temporal" de los narcos, fue detenido Juan S., un joven de 19 años que el pasado mes de diciembre había sido apresado junto a otras siete personas en un búnker de pasaje Cuzco al 1500, a sólo cuatro cuadras de donde se produjo el allanamiento de ayer, hecho en el cual se secuestraron 900 bochitas de cocaína, 150 tubitos de alita de mosca (cocaína de máxima pureza) y 500 bochas de marihuana además de unos 7 mil pesos en efectivo. "Este muchacho cayó en aquel operativo, pero pagó una fianza y salió en libertad para volver al barrio y seguir vendiendo drogas", sostuvo ayer una fuente policial.
El búnker. Después el procedimiento se trasladó a una precaria vivienda del pasillo de Gomensoro 1456 donde funcionaba, según los pesquisas, "un quiosco donde se vendía la droga que le proveía el muchacho apresado en la otra casa". En ese lugar, tapialado, con puerta de metal y sólo un agujero por el cual se expendía la droga, fueron apresados Claudio R., de 28 años, y Martín L., de 14, quienes estaban a cargo de la comercialización. En el lugar se secuestraron 978 bochitas de cocaína de un gramo cada una y 360 bochas de marihuana de unos 5 gramos cada una además de dinero en efectivo y dos celulares.
Lo que ocurre en la cuadra de Gomensoro al 1400 salió a la luz pública el 5 de enero de 2011 cuando Diego Coronel, de 24 años, fue ultimado de dos balazos frente al quiosco allanado ayer por un hombre que iba en un auto junto a una mujer. Tanto para su familia como para los investigadores, ese homicidio no estuvo vinculado al submundo de las drogas.
En tanto, el 24 de septiembre del mismo año Pedro Lencina, de 28 años, fue asesinado de siete tiros en el mismo lugar. Según los pesquisas, dos sicarios lo sacaron a los empujones de una casa de pasillo y lo ejecutaron en la calle. Entonces, los vecinos sostuvieron que la víctima era "un soldadito" de los narcos que operan en el lugar.
Fuente: La Capital

UN BÚNKER ELECTRIFICADO EN EL BARRIO TÍO ROLOPDFImprimirE-Mail
on 27-04-2012 08:22  

Investigando un dato sobre armas utilizadas en el triple crimen de villa Moreno, efectivos de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) desbarataron un quiosco de venta de drogas que funcionaba en el barrio Tío Rolo, a la altura de Avellaneda al 6300, en el extremo sudoeste de Rosario.

El local desarticulado tenía, como medida de seguridad extrema, su puerta y ventana electrificadas. De allí se llevaron detenida a una mujer de 49 años, sin antecedentes penales, que vendía droga en su tiempo libre por una paga de 100 pesos. Secuestraron 9.800 pesos en billetes de baja denominación, 42 bochas de marihuana, 39 envoltorios de cocaína que se ofrecía como alita de mosca, y una pistola calibre 22.

El miércoles, pasadas las 19.30, efectivos de la TOE vestidos de negro, con capuchas y empuñando armas con miras láser llegaron hasta Pasaje 2119 al 3800 (Avellaneda al 6300) por orden del juez de Instrucción Juan Andrés Donnola. Buscaban armas utilizadas en el triple crimen de villa Moreno, como se conoce al hecho en el que fueron acribillados a tiros la madrugada del 1º de enero Claudio Suárez, Adrián Rodríguez y Jeremías Trasante.
Sorpresas. Pero a pocos segundos de que el ariete minó la resistencia de un enorme portón y los vigilantes ganaron el interior del galpón se dieron cuenta de que estaban ante un quiosco de venta de drogas.
El quiosco funcionaba en una pequeña oficina del depósito. Era una pieza de 3 por 4 junto a una pequeña cocina y un baño en estado de abandono. El único contacto con el exterior eran dos agujeros por los que se vendía la droga, tapados con trozos de gomaespuma. La puerta de ingreso al búnker era de hierros y alambres, similar a las aberturas que se utilizan en las puertas de los penales. Al lado había una ventana interna, tabicada con ladrillos y asegurada con un enrejado del lado de adentro. Otra vez el ariete hizo su trabajo y la ventana cedió, entre los chispazos de la instalación eléctrica con la que el narco había asegurado, con 220 voltios, tanto la puerta como la ventana. Quien tocara cualquiera de las dos aberturas era hombre muerto.
Pero la caída de la pared que revestía la ventana, los cables puestos a 220 quedaron desconectados y los láser de las armas de los policías se concentraron en la única persona que estaba en el interior del quiosco: Margarita Inés S., una vecina de 49 años, que el jueves por la tarde día de franco en su trabajo, aceptó la tentación de vender droga como un rebusque para su economía familiar a 100 pesos la tarde. Sobre una mesa, junto a las bochas de droga, quedó una pistola calibre 22 algo oxidada con su numeración limada. Del shock, la mujer no podía parar de llorar. Quedó a disposición del juez Federal Carlos Vera Barros.
Fuente: La Capital
Noticias extraidas de APROPOL...
 Si bien en muchos casos se logra detener a los malvivientes, lo que no se logra es la PREVENCIÓN de los delitos que crecen dia a dia en la provincia de Santa Fe...Comentado y publicado por Miguel...

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