PESADILLA EN BARRIO CABAL
Despertar con ladrones en casa
Malvivientes ingresaron a la casa y maniataron a una pareja. Se llevaron algunos objetos y el automóvil de las víctimas.
Los rufianes provocaron un gran desorden en toda la casa y presionaron a las víctimas con amenazas de muerte. Foto: Danilo Chiapello
Danilo Chiapello
dchiapello@ellitoral.com
“Viste como entramos y no sentiste nada”.
Así se presentó un grupo de delincuentes que esta madrugada irrumpió en un inmueble ubicado en Castañaduy al 6900, en el corazón de barrio Cabal.
La víctima resultó ser Martín Muzycka (31), un empleado gastronómico que se encontraba descansando junto a su esposa.
Es de hacer notar que este hecho golpeó al nombrado por partida doble. Es que se consumó apenas unas horas después de que el joven terminara de sepultar a su padre.
Noche de tormenta
En diálogo con este diario Martín revivió su pesadilla.
“Nos acostamos a dormir cerca de las 23 que era cuando estaba por empezar la tormenta. No sé cuanto tiempo pasó porque me dormí. Lo cierto es que al rato desperté con un revólver en la cabeza. Había dos personas en la habitación sobre nosotros exigiendo la plata de la venta de un auto.
Tuve que comenzar a explicar que esa plata no existía porque no vendimos ningún auto. Ellos decían que sí, que les habían dado ese dato y que no iban a parar hasta encontrarla. Además comenzaron a pedir también que les dijéramos dónde estaba la caja fuerte. ‘Aquí no hay caja fuerte’, también tuve que explicarle”.
“Comenzaron a revolver todo mientras uno de los tipos me seguía presionando apuntándome con el revólver a la cabeza. En un momento dado me comentó que si yo le decía dónde estaba la plata iba a ser todo más fácil porque ‘nosotros nos vamos a ir y ustedes se quedan tranquilos’”.
“Pero acto seguido volvían a la carga y decían que si no aparecía la plata nos iban a matar. Creo que para asustarnos más todavía nos explicaron que tenían armas con silenciadores. Decían que podían hacernos pelota y nadie se iba a enterar”.
“En la búsqueda de ese dinero fueron encontrando distintas cosas como las llaves de mi auto, un Fiat Spazio 147, de color blanco, dominio UXH 531 que se terminaron llevando. Le sacaron el asiento trasero para poder cargar un televisor de 29 pulgadas que también me robaron”.
Juegos de muerte
“A todo momento ‘jugaron’ al bueno y al malo. Decían que nos iba a matar. Que supuestamente había uno que estaba muy ‘sacado’ y que no le importaba nada matarnos. Dieron vuelta todos los ambientes”.
“Después nos ataron. Primero a mí con una corbata me ataron las manos. Y después las piernas con unos pedazos de trapos. También la maniataron a mi esposa. Pero todo se puso más feo porque el tiempo pasaba y ellos (por los cacos) no se iban. Exigían que le digamos la ubicación de la caja fuerte, la plata de la venta del auto, en fin, todas cosas que no existen”.
“Así pasaron cerca de dos horas hasta que uno de ellos dijo que en media hora aproximadamente tenían pensado irse. ‘Estamos esperando por una camioneta’, aseguraban. Nos ordenaron que dejásemos pasar una hora y nos desatemos. Así quedamos atados en la cama hasta que escuchamos un murmullo. Era que habían dejado la radio prendida”.
“Recién cuando vimos la primera claridad del día decidimos desatarnos.
Constatamos que nos faltaba el televisor; el auto; las herramientas de mano; los teléfonos celulares; los documentos de los dos; mochilas con pertenencias y algunos electrodomésticos”.
“Todo esto es muy raro porque, por ejemplo, no se llevaron la computadora. Se supone que si esta gente está en el robo, conoce que el televisor que se llevaron vale mucha menos plata que la computadora. Entonces no entendemos nada”.
Para agregarle otro condimento al drama Martín reveló que hace poco menos de 6 meses su padre sufrió un idéntico atraco en el mismo inmueble. Le llevaron dinero y objetos de valor.
Publicado por Miguel...
No hay comentarios:
Publicar un comentario