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domingo, 8 de enero de 2012

"INSEGURIDAD SIN FIN: Rosario UR II"...Policia grave, tras recibir cuatro disparos...


Un policía permanece en grave estado tras ser baleado PDF Imprimir E-Mail

on 07-01-2012 10:36  


La camioneta fue encontrada en Pérez totalmente deteriorada. (Foto: H. Río)
Rosario - Un sargento ayudante de la policía rosarina se debate entre la vida y la muerte tras haber sido baleado en un oscuro episodio ocurrido el jueves a la noche a metros de la estación de servicios de Circunvalación y 27 de Febrero.
Notas relacionadas:

El suboficial Carlos Honores tiene 46 años y lleva 25 de servicio en la fuerza. Es parte de la dotación de la Agrupaciones de Unidades Especiales (AUE) y fue baleado con una pistola calibre 9 milímetros mientras estaba al volante de una Toyota Hilux doble cabina que, con el correr de las horas, se conoció que era de un conocido suyo. Los dos balazos le ingresaron por la zona intercostal derecha, con orificios de salida del lado izquierdo. "Llegó a la guardia del Hospital de Emergencias con múltiples heridas de arma de fuego. Rápidamente fue llevado al quirófano donde fue sometido a cirugía", señaló ayer el doctor Claudio Alonso, subdirector del centro asistencial. Allegados a Honores, en tanto, confiaron que los balazos lesionaron seriamente el bazo, el colon, los intestinos y el hígado del policía.
Sobre la mecánica del ataque al policía corrieron durante el día de ayer versiones múltiples, todas con cierta lógica. Pero los pesquisas sólo tienen determinado que Honores, que estaba franco de servicio, fue convocado vía telefónica a las inmediaciones de la colectora de Circunvalación y 27 de Febrero y que fue atacado luego de mantener una discusión con otro hombre.
En tanto, cerca del mediodía de ayer un comerciante declaró ante la División Judiciales que la Toyota Hilux que conducía Honores y que horas después apareció incendiada era de su propiedad. El hombre dijo ser amigo del policía, al que surtía de embutidos en el pequeño emprendimiento gastronómico que el comisario tiene junto a su familia en inmediaciones de Mendoza y Donado.
Sobre los motivaciones del encuentro de Honores con su agresor también se generaron varios rumores. En ese sentido, un allegado a la víctima indicó que Honores había entregado un auto de su propiedad en parte de pago por un terreno y que, como esas tierras estaban flojas de papeles, se habría motivado un duro reclamo en términos callejeros por parte del sargento.
Conocido. Carlos Honores es sargento ayudante y, según se pudo establecer, durante años trabajó como secretario de distintos jefes de la división Sustracción de Automotores, hecho que lo hizo un hombre conocido entre sus pares. A veces para bien y otras no tanto, como suele suceder en la policía. Con amigos y enemigos. Al momento de ser atacado formaba parte de la Agrupación de Unidades Especiales, en el área de secretaría. Es decir que era un policía acostumbrado a trabajar vestido de civil. El suboficial está casado y tiene 5 hijos, todos mayores.
De acuerdo a la pesquisa, pasadas las 21.30 del jueves Honores recibió un llamado telefónico que lo hizo salir de su casa, en el barrio Antártida Argentina, zona oeste de Rosario. El sargento se dirigió en la Toyota Hilux de su amigo a la estación de servicios EG3 de 27 de Febrero y avenida Circunvalación. Poco antes de las 22, vestido de short y remera, compró cigarrillos en el minimarket y luego se dirigió en el vehículo hasta la colectora de la avenida, a metros de 27, donde estacionó.
A partir de ese momento los hechos forman parte de una cerrada investigación en manos del juez de Instrucción Juan José Pazos y la Dirección Provincial de Asuntos Internos.
Sobre la mecánica de los disparos que recibió Honores los pesquisas trabajaban sobre dos hipótesis. Una es que el agresor le disparó al sargento, un hombre de 1.60 de estatura, mientras el policía estaba al volante de la Hilux y el tirador parado junto a la puerta del acompañante, a poco menos de un metros de distancia. La otra idea coloca al tirador sentado en la camioneta, en el asiento del acompañante. Por los orificios que dejaron los proyectiles en la puerta trasera de la doble cabina sobre el lado del conductor, a unos 10 centímetros del zócalo, se estima que podrían tratarse de los plomos 9 milímetros que atravesaron el cuerpo de Honores.
Tras ser herido, el sargento bajó de la Hilux y como pudo caminó por el frente de dos o tres viviendas hasta que pudo ingresar a una de ellas en busca de auxilio. Un vecino lo asistió mientras el policía, compulsivamente, hablaba por radio a sus amigos alertando de lo ocurrido. Tras balbucear el apodo de su agresor, el comisario se desvaneció y quedó en estado de inconciencia. Eran las 22.40 cuando al lugar llegó un móvil de la Guardia de Infantería que lo llevó al Heca. Ingresó directamente a quirófano, donde sólo pudieron compensarlo ante la gravedad de las heridas que habían comprometido órganos vitales. "Si hacemos algo más, se muere", le dijeron los médicos a sus allegados. Ayer al mediodía fue nuevamente a quirófano y volvió grave a terapia.
Bajo fuego. Mientras Honores corría por su vida, la Toyota Hilux gris salió del lugar a toda velocidad por la colectora de Circunvalación, presuntamente al mando del agresor, y se perdió en la noche. El vehículo apareció pasada la medianoche totalmente quemado en El Chajá y Camino de los Indios, en el límite oeste de Cabín 9, en cercanías de un basural y a siete cuadras de la subcomisaría 18ª. En el interior del vehículo los pesquisas hallaron dos armas calcinadas: una pistola calibre 9 milímetros y un revólver calibre 32. Una sería el arma reglamentaria del policía, la otra se desconoce. Ambas fueron remitidas a pericias.
Si bien desde un principio el caso comenzó a investigarse como el robo calificado de la camioneta en la que viajaba el policía, con el correr de las horas otras hipótesis fueron ganando espacio. Habrá que esperar que los días y los testimonios se acumulen para tener un acercamiento al motivo real del ataque al sargento Honores una hora antes de la medianoche del jueves.
Fuente: La Capital

Desde este blog, pedimos a Dios, el mas grande, por la recuperaciòn del colega herido...Comentado y publicado por Miguel...

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