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lunes, 29 de junio de 2015

"SEPAN LOS POLICÍAS CORRUPTOS QUE AL UNIFORME POLICIAL SE LO RESPETA"..."SEPAN LOS POLICÍAS CORRUPTOS QUE A LOS POLICÍAS CAÍDOS EN ACTOS DE SERVICIO SE LOS RESPETA"...QUIEN NO ENTIENDA ESTO NO PUEDE SER POLICÍA...HONRAMOS A NUESTROS COLEGAS HONESTOS Y DESPRECIAMOS Y DENUNCIAMOS AL CORRUPTO POR ESTAR ALIADO A LA CORRUPCIÓN...


Corrupción policial



La corrupción policial es un tipo de mala praxis policial, frecuentemente constitutiva de delito, consistente en el uso indebido de sus atribuciones, recursos o información con el objeto de obtener provecho económico o de otro tipo, así como avances en la carrera profesional e incluso fines políticos. Esa mala praxis consiste frecuentemente en el soborno, el chantaje o el uso selectivo de la persecución, investigación o arresto de terceros.

De este modo, la corrupción no implica solamente al funcionario, sino también a la persona que soborna al funcionario para que cometa el acto indebido. Desde el punto de vista policial, la corrupción supone generalmente hacer algo que uno no debería hacer o no hacer algo que sí debería hacer, para beneficio, ganancia o provecho propios o ajenos, en detrimento de un tercero.  Entre los ejemplos más comunes de corrupción policial cabe mencionar los siguientes:  No hacer cumplir la ley (haciéndose el “desentendido”) a cambio de un favor o ganancia;  Exigir el pago de multas o sobornos por una supuesta infracción de tránsito u otra falta;  El hurto o uso indebido de bienes en posesión legal de la policía para su custodia;  “Perder” o manipular las pruebas para frustrar una condena;  Vender información confidencial o;  Participar directamente en actividades delictivas como el contrabando o el tráfico ilícito. Coacción La coacción (“coercion” en inglés) consiste en “persuadir a una persona renuente a que haga algo mediante el uso de la fuerza o de amenazas” (www.askoxford.com). No es necesariamente ilegal. Desde el punto de vista de la policía, los poderes coercitivos incluyen el impedir o restringir la libre circulación de una persona, someter a una persona y sus bienes a registro, quitarle e incautarse de sus efectos personales, y el empleo legal de la fuerza que pueda tener por resultado lesiones o incluso la muerte. Sin embargo, los problemas de integridad se plantean cuando el uso de estas facultades es excesivo o cuando se aplican indebidamente, es decir, cuando la aplicación de la fuerza es ilegal. Tortura El artículo 1 de la Convención de las Naciones Unidas contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes define la tortura de este modo: ... “se entenderá por el término “tortura” todo acto por el cual se inflija intencionadamente a una persona dolores o sufrimientos graves, ya sean físicos o mentales, con el fin de obtener de ella o de un tercero información o una  confesión, de castigarla por un acto que haya cometido, o se sospeche que ha cometido, o de intimidar o coaccionar a esa persona o a otras, o por cualquier razón basada en cualquier tipo de discriminación, cuando dichos dolores o sufrimientos sean infligidos por un funcionario público u otra persona en el ejercicio de funciones públicas, a instigación suya, o con su consentimiento o aquiescencia. No se considerarán torturas los dolores o sufrimientos que sean consecuencia únicamente de sanciones legítimas, o que sean inherentes o incidentales a éstas.” Otras prácticas contrarias a la integridad de la policía van desde la de obtener y utilizar pruebas sin seguir los procedimientos prescritos hasta la de cometer violaciones directas de los derechos del sospechoso, incluida la obtención de confesiones por coacción (a veces mediante la tortura), y la de colocar e inventar pruebas o prestar falso testimonio en un juicio (perjurio). Esta situación se plantea con frecuencia cuando un policía, por lo demás concienzudo, pierde fe en el sistema de justicia penal y actúa guiado por un sentido equivocado del deber o afán de conseguir que se condene a alguien de cuya culpabilidad está convencido. Esta conducta es, a pesar de todo, ilegal. El secreto para combatir estas deficiencias reside en el desarrollo y mantenimiento de sólidos mecanismos de rendición de cuentas y de supervisión. Es fundamental para la buena gobernanza garantizar la integridad policial, así como es esencial granjearse la confianza del público y lograr la seguridad pública. Además, puesto que la policía suele ser la parte más visible del gobierno y la que tiene mayor contacto con la población, el grado de confianza y fe que tiene una nación en su policía refleja la confianza y fe que tiene en su gobierno. Se ha dicho que la obligación de rendir cuentas es “la madre de la prudencia” y que, como tal, tiene un efecto profiláctico y disuasivo. Es menos probable que se comprometan las normas de conducta si son supervisadas. De este modo, la confianza y la fe del público en la policía pueden mejorarse y mantenerse mediante un claro sistema de rendición de cuentas, supervisión efectiva e integridad transparente. Al establecer normas internacionales para la policía, ya en 1979 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó el Código de conducta para funcionarios encargados de hacer cumplir la ley. De conformidad con el Código, los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley:  Cumplirán en todo momento los deberes que les impone la ley, sirviendo a su comunidad y protegiendo a todas las personas contra actos ilegales;  Respetarán y protegerán la dignidad humana y mantendrán y defenderán los derechos humanos de todas las personas;  Podrán usar la fuerza solo cuando sea estrictamente necesario y en la medida que lo requiera el desempeño de sus tareas;  Mantendrán en secreto las cuestiones de carácter confidencial;  No podrán infligir, instigar o tolerar ningún acto de tortura u otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes;  Asegurarán la plena protección de la salud de las personas bajo su custodia;  No cometerán ningún acto de corrupción; y  Harán cuanto esté a su alcance por impedir toda violación del Código y por oponerse rigurosamente a tal violación. El Código se ha complementado con las Directrices para la aplicación efectiva de acuerdo con las cuales el Código debería incorporarse a la legislación y la práctica nacionales. En las Directrices de las Naciones Unidas también se subraya la importancia de los principales estímulos de la institucionalización de la integridad policial, incluidas la selección, la educación y la formación de los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, su sueldo, las condiciones de trabajo, la disciplina y la supervisión, así como la necesidad de mecanismos para recibir y tramitar las quejas de los miembros del público. El Código y sus Directrices constituyen una herramienta de valor inestimable para medir la capacidad de supervisión y la integridad de un sistema judicial. Sin embargo, no debe olvidarse que, sobre todo en las situaciones que siguen a los conflictos, las actividades y funciones de la policía pueden ser desempeñadas, en parte o en su totalidad, por estructuras Integridad y responsabilidad de la policía 3 militares paralelas. Puede suceder que las fuerzas de mantenimiento de la paz operen en entornos sumamente volátiles y hostiles, en que las nociones de control y de seguridad pública deben ajustarse en consecuencia. En tanto que el personal militar recibe instrucción normalmente de usar el máximo de fuerza (muchas veces mortal), los agentes de policía reciben instrucción contraria, o sea, usar el nivel mínimo de fuerza. En sus operaciones se rigen por las condiciones generales de participación y no por un código de conducta, y la ley marcial puede tener un alcance y dimensiones distintas de las del sistema civil de justicia penal. Tradicionalmente, el personal militar tiene mucha menos latitud para ejercer la discreción personal cuando obedece órdenes. Sin embargo, el personal militar también está sujeto a un alto grado de control, supervisión de mando y vigilancia por lo cual, en última instancia, las consecuencias de sus actos pueden ser examinadas en un juicio militar. Cuando las tropas desempeñan una función policial, su eficacia dependerá, al igual que lo que sucede con la fuerza policial, de la instrucción recibida y de la calidad del mando. Además de tratar de formarse una idea clara de las ventajas y desventajas del sistema seguido por el Estado para asegurar la integridad y la obligación de rendir cuentas de los servicios policiales, el evaluador debería tratar de ver qué oportunidades de reforma y desarrollo se presentan. La asistencia técnica en la esfera de la integridad y responsabilidad de la policía, en el contexto de un marco estratégico más amplio, puede incluir una labor encaminada a fortalecer los siguientes elementos:  Redacción (o enmienda) de leyes, aplicación y seguimiento (incluidos los códigos de conducta pertinentes y la estrategia de integridad policial);  Elaboración de una Declaración de Valores, Perspectiva y Misión;  Mecanismos de seguimiento, supervisión y vigilancia de la conducta y el desempeño de la policía;  Preparación de manuales de orientación y de procedimientos operativos;  Elaboración de procedimientos de gestión encaminados a vigilar y poner a prueba la integridad;  Mecanismos independientes y de la comunidad para vigilar la conducta de la policía (incluido el establecimiento, cuando no exista todavía, de una comisión o un organismo de lucha contra la corrupción);  Normas y materiales de instrucción (especialmente en las esferas de importancia crítica tales como la ética, la diversidad y el respeto de los derechos humanos);  Orientación sobre la selección y la contratación justas y objetivas;  Mejoramiento del trato de los visitantes, las víctimas y los testigos que se presentan a las comisarías;  Equipo y procedimientos para la gestión correcta de los objetos y elementos de prueba;  Mecanismos sólidos de gestión financiera y de auditoría.
Dicho esto, podemos agregar que "UN POLICÍA QUE SE PASE A LAS FILAS DEL NARCOTRÁFICO Y DE LA TRATA DE PERSONAS INMEDIATAMENTE SE TRANSFORMA EN UN CRIMINAL DESTRUCTOR DE FAMILIAS Y ASESINO DE POLICÍAS"...UN POLICÍA CORRUPTO DEJA DE SER POLICÍA Y ES SOLAMENTE UN CORRUPTO MERECEDOR DE QUE SE LE APLIQUE TODO EL PESO DE LA LEY Y AUN EL DOBLE...Por esta razón desde nuestro blogs y el de nuestro amigo SALAM JOB, DENUNCIAMOS PERMANENTEMENTE A LA CORRUPCIÓN Y EL CRIMEN ORGANIZADO AUN SI ESTOS ESTUVIERAN CONFORMADOS POR POLICÍAS..." DEBEN SABER AQUELLOS QUE SE DICEN POLICÍAS Y QUE CON SU ACCIONAR CRIMINAL HACEN QUE ASESINEN A POLICÍAS HONESTOS, QUE DESDE NUESTRAS PÁGINAS, REDES Y DEPENDENCIAS ASIGNADAS PARA TAL FIN, NO CEJAREMOS EN NUESTRO INTENTO DE CONTINUAR LA LUCHA CONTRA EL CRIMEN ORGANIZADO O CUALQUIER OTRO DELITO PROVENGA DE DONDE PROVENGA..."AL UNIFORME SE LO RESPETA"...Titulado, comentado y publicado por Miguel en colaboración con SALAM JOB.

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