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miércoles, 4 de junio de 2014

SANTA FE...."SEÑALES DE IMPUNIDAD...NARCOTRAFICO...ASESINATOS..."...Y LA PALABRERÍA INÚTIL DE LOS QUE DEBERÍAN ACTUAR...Titulado, comentado y publicado por Miguel...

Drogas, armas y celularesMostrar fotos con celulares y “fumando” es lo habitual de los internos

Meses después de las denuncias de Sin Mordaza, las acciones del Gobierno no van más allá de meras declaraciones mediáticas. En una investigación exclusiva, este medio determinó que los internos de la cárcel de Coronda continúan teniendo beneficios y pueden comunicarse con el exterior desde celulares personales.

Mostrar fotos con celulares y “fumando” es lo habitual de los internos
Mostrar fotos con celulares y “fumando” es lo habitual de los internos
Hace más de dos años Sin Mordaza denunció cómo algunos presos de la cárcel de Coronda gozaban de ciertos beneficios. El hecho  quedó comprobado cuando el 25 de marzo de este año se anunció en los medios de comunicación, un procedimiento en el que se incautaron 198 celulares a presos de ese Instituto Penintenciario corondino. Sin embargo, a pesar de la exposición mediática que el Gobierno decidió darle al caso, Sin Mordaza comprobó que la posesión de celulares, el consumo de drogas y la tenencia de armas en los penales de la provincia continúa siendo avalada por la inacción del Gobierno. 
La ley nacional 24.660, sancionada en 1996, y a la que la provincia de Santa Fe adhirió en 1998, establece que las personas privadas de su libertad y recluidos en instituciones penitenciarias no pueden contar con estos privilegios. 
La ley de Ejecución de la Pena Privativa de la Libertad Nº 24.660 establece como una falta grave: “Tener dinero u otros valores que lo reemplacen; poseer, ocultar, facilitar o traficar elementos electrónicos o medicamentos no autorizados, estupefacientes, alcohol, sustancias tóxicas o explosivos, armas o todo instrumento capaz de atentar contra la vida, la salud o la integridad propia o de terceros”
Sin embargo, en las imágenes que reproducimos a continuación quedan expuestos algunos ejemplos de lo que en realidad es moneda corriente en los penales santafesinos. Se puede apreciar con claridad cómo los reclusos utilizan regularmente sus celulares para subir fotos a redes sociales e incluso invitan a que se comuniquen a su número de teléfono. 
Sin Mordaza expone este material que, publicado por sus propios autores y siendo de dominio público, está al alcance de funcionarios y autoridades que deberían entender en la materia. No se entiende entonces por qué las condiciones en el penal siguen siendo las misma después de haber llevado a cabo el registro. Lo cierto es que en esa oportunidad sólo se requisaron dos pabellones, los números 2 y 4, conocidos como “los hermanitos”, donde se encuentran los presos evangélicos. 
Fuentes del penal afirman que los reclusos “hacen lo que quieren” y que tienen instrucciones de no sacarles los teléfonos. Un celador de la cárcel de Coronda, que naturalmente pidió reserva de su nombre por temor a represalias, declaró a Sin Mordaza: “Cuando apareció el tema de los celulares, (Pablo) Cococcioni (secretario de Asuntos Penitenciarios de la provincia) dio una entrevista a los medios y dijo que eramos los empleados los que los pasábamos. Y eran ellos los que nos ordenaban que no se los toquemos. Como eso, hay un montón de beneficios que les dan. Después saltó la bronca cuando amenazaron a un juez y al gobernador”, expresó el penintenciario y agregó: “Sacan un par de celulares para justificar que encuentran algo. Pero la verdad es que no podían sacar todos los celulares de golpe porque tienen que informar. Hay presos que manejan dos y tres celulares. Imaginate que informen que secuestraron 1000 celulares en una semana. Se les arma a todos”, concluyó.
Las autoridades del sistema penitenciario por supuesto niegan esta versión, y lo cierto es que al menos por el momento no se ha podido comprobar en ningún documento oficial. Sin embargo, tampoco aclaran por qué la situación continúa sin resolverse y por qué peligrosos delincuentes que han sido recluidos por delitos graves, siguen teniendo estos beneficios.   

Algunos reclusos más privilegiados de Coronda:

Leandro “Bata” Paredes:
Preso desde abril de 2013 por el crimen del Cabo Damián Martinet. El “Bata” cambió de perfil de Facebook cuando fue encarcelado y desde ese momento sube fotos y comentarios desde su celular. 

Gerardo “Baboso” Paredes:
Hermano del “bata”. Encarcelado también por homicidio. Estaba siendo investigado por varias causas cuando finalmente fue procesado en 2012.
“Geraa Colón” es el nombre de usuario que utiliza actualmente en la red social, y en las imágenes que sube diariamente se lo puede ver junto con otros internos consumiendo drogas y hasta con algún tipo de arma tumbera, todas cosas que supuestamente serían consideradas como una falta grave dentro del penal 

Sebastián Rivero:
Le dicen Riquelme, por eso su nombre de usuario en Facebook es “Román Lcxcolon”. Está preso en el penal de Coronda desde hace aproximadamente 15 años. Debería cumplir cadena perpetua. Fue condenado por homicidio agravado con alevosía y criminis causa. 
En su Facebook se pueden ver incluso en modo público las fotos que permanentemente sube a su perfil.

En Las Flores
Si bien hasta ahora hemos hablado exclusivamente de lo que ocurre en el penal de Coronda, no es el único caso donde manifiestamente se incumple la ley. También en la cárcel de Las Flores comprobamos que hay gran cantidad de reclusos con posesión de teléfonos celulares.

Pepo Amarilla
Actualmente está recluido en Las Flores, aunque su largo historial delictivo lo ha llevado a pasar por varias instituciones en diferentes provincias. 
Además de las fotos habituales, en este caso también se lo puede ver consumiendo drogas y haciendo alarde de varios tipos de armas de fabricación casera.

Según la investigación que realizó Sin Mordaza, esta situación se repite en todos los penales de la provincia de Santa Fe y queda claro que no alcanza con mediatizar eventuales procedimientos si después cada caso no es investigado.
Tras la requisa de marzo, Pablo Coccioni, secretario de Asuntos Penitenciarios de la provincia, declaró: “Hay una investigación abierta sobre esto que obviamente habrá que esperar. Hay intervención de la autoridad de Judiciales, también”. Sin embargo, meses después, no sólo la investigación no arrojó ningún resultado, sino que las condiciones dentro de las cárceles continúan siendo las mismas. 
Como se puede apreciar en las fotos que ilustran la nota, los controles no existen, más allá de las declaraciones mediáticas a las que el Gobierno nos tiene acostumbrados.
Recordemos que el gobernador Antonio Bonfatti expresó en marzo que se enteró de que en las cárceles de la provincia los presos utilizan teléfonos celulares sin problemas y sin controles.
El diputado provincial Héctor Acuña fue el promotor en 2012 de poner el tema en discución por medio de pedidos de informes que nunca fueron respondidos. 
El legislador justicialista expresó: “Se aprobó dos veces porque hubo una insistencia. Nunca contestaron. Son de una hipocresía absoluta las declaraciones del Gobernador. ¿Quién controla? ¿De quién es la responsabilidad del control?.  Basta de hacerse el distraído. El Gobierno es el único responsable de esto y lo advertí hace dos años”.
Por otro lado, el diputado provincial de Unión PRO Federal, Federico Angelini, presentó un proyecto de ley que pretende controlar la utilización de teléfonos por parte de los internos penales en la provincia.
La iniciativa apuesta a instalar en forma permanente inhibidores de señal de telefonía celular en todas las unidades carcelarias dependientes del Servicio Penitenciario provincial.
Según Angelini, esto se logrará mediante el bloqueo de la señal en las dependencias a través de un pedido especial que deberá hacerse a las compañías operadoras del servicio.
En este sentido, el legislador PRO puso en relieve el incremento en la cantidad de secuestros virtuales y amenazas que se efectúan desde las cárceles y explicó que esta iniciativa permitirá reforzar las medidas de seguridad para que los reclusos no cometan actos delictivos.
Angelini destacó que en las cárceles de Colombia, México, Estados Unidos y España se han instalado inhibidores de llamadas realizadas desde teléfonos celulares en establecimientos penitenciarios.
Fuente: SM



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