“Lo podemos enganchar cuando sale del tribunal”
Las escuchas telefónicas a dos presos permitieron conocer cómo querían atacar al juez Vienna y al fiscal Camporini. Sus casas o las afueras del palacio de Balcarce y Pellegrini, las alternativas que le iban a proponer a “Antoejito”, un sicario.
Nuevas revelaciones sobre el plan mafioso para asesinar al juez Juan Carlos Vienna y al fiscal Guillermo Camporini, ambos involucrados en la investigación contra la banda de Los Monos, entregan detalles sobre cómo lo podrían haber llevado adelante. Quién era el sicario indicado, los posibles lugares y hasta más víctimas probables, como el subjefe de la División Judiciales de la policía, Luis Quevertoque.
El periodista Germán De los Santos (Radiópolis, Radio 2) publicó en La Nación fragmentos de las conversaciones entre Germán Almirón y César Arón Treves, los dos presos que orquestaban el plan. Nuevamente, a Vienna lo identifican como "pancho" o "salchicha", a Camporini como "bocón" y a Quevertoque como "Judas".
Treves: -Vos conseguime lo que te voy a pedir, que va a ser un número de esas cosas, digamos los datos. Yo lo hago, quiero hacer uno sí o sí. El arroz con salchicha o comerme un traidor, o algo de eso. Algo de eso quiero hacer. Es Judas ese hijo de puta. Vos tirame los datos necesarios y yo hablo con los pibes míos.
Almirón: -Dale. Mirá, esto es simple, si vos... por acá por Ovidio Lagos. Por ahí lo vas a ver entrar y lo vas a ver salir. Te sentás arriba de un auto y tuc. Una pavada. Yo consigo la lata y listo. Hacemos lo que tenemos que hacer y después tiramos un anónimo. Y mando a alguno que encuentre el juguete y listo. Se terminó cortita la rondita.
Treves: -Me tenés que conseguir urgente las cosas de Pancho (Vienna) porque ya hay uno que lo va a hacer.
Almirón: -Bueno, mañana va a venir un pibe que sabe, pero el tema es que son dos lugares. ¿Me entendés? Donde vive siempre no sé dónde es. Yo conozco en la casa en las afueras de Rosario. Pero aguantame hasta mañana que yo lo consigo.
Treves: -Dale, pero eso es aparte. Vos averiguame todo lo de Judas, que yo lo mando a los pibes. Ya está. ¿Viste el muchacho? ¿Vos te imaginás quién es? Si le paso todo lo hace automáticamente.
Almirón: -¿Anteojito?
Treves: -Sí, pero no lo dejemos enfriar que voy a quedar como un charlatán.
Almirón: -Aguantame un par de días que voy a hablar con mi abogado para que me averigüe el de acá, el del edificio cerca de tribunales.
Treves: -¿Y el de Judas, averiguaste algo?.
Almirón: -Ya sé dónde es. Te doy la dirección exacta. Y el artefacto (auto) en el que se está moviendo. El color y todo, y los horarios de la oficina.
Treves: -Hagamos así. Éste se levanta tipo 12. Ahí nomás le digo si quiere poner una monedita. Le pido un par de lucas y se la damos.
Almirón: -Sí, olvidate. Más rápido. Es más, lo podemos enganchar cuando sale del tribunal en el auto. ¿Me entendés?
Treves: - Y, pero capaz que tiene el auto blindado.
Almirón: -No, boludo. No hay nada de eso. Es todo verso. Olvidate, es todo mentira. Está regalado. Te digo más, tiene un caniche toy que se lo llevan a Tribunales. Sale caminando y de paso va paseando con el caniche.
Treves: -Ah, listo, ya está. Entonces cuando llegue cualquiera de los dos lo hacemos. Olvidate.
Almirón: -Dale primera, listo.
Fuente: SM
Revelan cómo era el plan para matar a un juez y a un fiscal
Las escuchas entre un detenido por homicidio y un policía preso por dejar escapar a un sicario narco, descubrieron detalles de cómo iban a asesinar a los funcionarios que investigan el tráfico de drogas.
¿Anteojito?", pregunta Germán Almirón y, desde el otro lado de la línea, César Arón Treves responde que sí. Ese nombre es el del sicario que estos dos presos dicen haber contratado para matar al juez de Instrucción Nº4 de Rosario, Juan Carlos Vienna, quien llevó adelante la causa de Los Monos, en la que quedaron procesadas 36 personas, entre ellas 13 miembros de las fuerzas de seguridad.
Almirón es un policía de la Brigada de Investigaciones de la División Judicial que está preso en el penal de la Jefatura de Policía desde enero pasado, cuando fue imputado de facilitar la fuga de la Alcaidía Mayor de Juan Domingo Ramírez, de 39 años, un sicario que integra la banda liderada por la familia Cantero. Según fuentes judiciales, este hombre, que sólo estuvo detenido nueve horas, era un "informante" de la División Judicial.
IBAN A ASESINAR A TRES HOMBRES
Este policía y Treves, preso en la cárcel de Coronda por homicidio y por tráfico de drogas, tramaban matar al magistrado, al fiscal de Cámara Guillermo Camporini y al subjefe de la División Judicial Luis Quevertoque.
LA NACION accedió a las escuchas telefónicas que realizó la División Operaciones Especiales de la Policía Federal, que investiga a la banda de narcos liderada por Reina Isabel Quevedo y Julio César Felkircher, quienes fueron detenidos en operativos simultáneos en Salta y en Rosario el 9 de febrero pasado. Almirón tenía su teléfono intervenido porque sospecha que tenía nexos con este grupo que, hacia Santa Fe, transportaba grandes cantidades de cocaína de máxima pureza provenientes de Bolivia y de Perú.
En las 26 páginas de los dos oficios que envió el juez federal Carlos Vera Barros al fiscal general de la provincia Julio de Olazábal se traslucen los detalles de un plan para asesinar al magistrado. Al juez Vienna lo llaman "salchicha" o "Pancho", cuando se refieren al fiscal de Cámara Guillermo Camporini le dicen "Bocón", y "Judas" al subjefe de la Brigada de la División Judicial, una sección de la policía que fue clave en la investigación de la causa de Los Monos.
Tras haber acordado con un supuesto sicario, Almirón le dijo el domingo pasado a Treves: "Pensalo tranquilo, meditá y mañana a la noche me decís si nos comemos el arroz con salchicha o nos comemos al bocón. Vos pensalo. Porque si yo me como al Bocón, salchicha se va a pegar un susto bárbaro". Y detallan el plan dónde eventualmente lo van a matar.
Treves: -Vos conseguime lo que te voy a pedir, que va a ser un número de esas cosas, digamos los datos. Yo lo hago, quiero hacer uno sí o sí. El arroz con salchicha o comerme un traidor, o algo de eso. Algo de eso quiero hacer. Es Judas ese hijo de puta. Vos tirame los datos necesarios y yo hablo con los pibes míos.
Almirón: -Dale. Mirá, esto es simple, si vos... por acá por Ovidio Lagos (una calle). Por ahí lo vas a ver entrar y lo vas a ver salir. Te sentás arriba de un auto y tuc. Una pavada. Yo consigo la lata y listo. Hacemos lo que tenemos que hacer y después tiramos un anónimo. Y mando a alguno que encuentre el juguete y listo. Se terminó cortita la rondita.
En las escuchas confirman quién va a ser el sicario que va a llevar adelante el plan. Fuentes policiales señalaron que están investigando quién puede ser el tal "Anteojito", al que le habrían encargado la misión.
Treves: -Me tenés que conseguir urgente las cosas de Pancho (Vienna) porque ya hay uno que lo va a hacer.
Almirón: -Bueno, mañana va a venir un pibe que sabe, pero el tema es que son dos lugares. ¿Me entendés? Donde vive siempre no sé dónde es. Yo conozco en la casa en las afueras de Rosario. Pero aguantame hasta mañana que yo lo consigo.
Treves: -Dale, pero eso es aparte. Vos averiguame todo lo de Judas, que yo lo mando a los pibes. Ya está. ¿Viste el muchacho? ¿Vos te imaginás quién es? Si le paso todo lo hace automáticamente.
Almirón: ¿Anteojito?
Treves: -Sí, pero no lo dejemos enfriar que voy a quedar como un charlatán.
En otro tramo de la conversación, el policía preso en la Jefatura de la Policía habla de los lugares donde pueden encontrar al juez Vienna. Dan lugares precisos y posibles escenarios sobre dónde cometer el atentado, para el que ya tienen contratado al sicario.
Fuentes de la investigación señalaron que el policía Almirón salía frecuentemente de su lugar de detención gracias a favores que le hacía un alto jefe del penal, que es nombrado en las escuchas como "Malevo".
El policía preso en la Jefatura señala en la charla con Treves que "va a saber cómo llegar a lo del Viejo (Vienna) que tiene una casa en las afueras de Rosario". "Aguantame un par de días que voy a hablar con mi abogado para que me averigüe el de acá, el del edificio cerca de tribunales". Treves insiste: "¿Y el de Judas, averiguaste algo?" Y Almirón le responde: "Ya sé dónde es. Te doy la dirección exacta. Y el artefacto (auto) en el que se está moviendo. El color y todo, y los horarios de la oficina".
Treves: -Hagamos así. Éste se levanta tipo 12. Ahí nomás le digo si quiere poner una monedita. Le pido un par de lucas y se la damos.
Almirón: -Sí, olvidate. Más rápido. Es más, lo podemos enganchar cuando sale del tribunal en el auto. ¿Me entendés?
Treves: - Y, pero capaz que tiene el auto blindado.
Almirón: -No, boludo. No hay nada de eso. Es todo verso. Olvidate, es todo mentira. Está regalado. Te digo más, tiene un caniche toy que se lo llevan a Tribunales. Sale caminando y de paso va paseando con el caniche.
Treves: -Ah, listo, ya está. Entonces cuando llegue cualquiera de los dos lo hacemos. Olvidate.
Almirón: dale primera, listo..
Fuente: SM- La Nación
Germán Almirón facilitó la fuga de un sicario
También le imputan el homicidio de Luciano Cáceres, un chico de 16 años al que mataron de un tiro en la cara frente a un quiosco de estupefacientes el 28 de abril del año pasado.
La conversación que permitió descubrir un plan para matar a un juez y un fiscal fue realizada entre dos presos: Germán Almirón, alojado en la Guardia de Infantería de la Jefatura de Policía de Rosario, y César Treves, en la Cárcel Modelo de Coronda.
Germán Almirón es el único policía que sigue preso en Rosario por la increíble fuga de la Jefatura de Juan Domingo Ramírez, un hombre de 39 años sindicado como uno de los lugartenientes de la banda de Los Monos, además de abastecedor de drogas y administrador del dinero que producían los búnkers de la familia Cantero. También le imputan el homicidio de Luciano Cáceres, un chico de 16 años al que mataron de un tiro en la cara frente a un quiosco de estupefacientes el 28 de abril del año pasado.
El pasado 15 de enero, nueve horas después de haber sido detenido en la casa de su padre, en el barrio Saladillo, y siete meses más tarde de que el juez Juan Carlos Vienna ordenara su captura nacional e internacional, Ramírez logró soltarse de las esposas que lo tenían amarrado a la baranda de una escalera y se fue de la División Judicial de la Jefatura sin llamar la atención de nadie.
Como consecuencia de esa fuga, investigada por la jueza de Instrucción Alejandra Rodenas, fueron detenidos cinco policías acusados de favorecimiento de evasión y cohecho. Es que tras la fuga, la pareja de Ramírez denunció en Tribunales que agentes de la División Judicial le habrían pedido por vía telefónica una importante suma de dinero y un Citroën C3 de su propiedad para dejar escapar al preso. Y con uno de ellos se habrían encontrado en la esquina de 27 de Febrero y Ovidio Lagos para "llegar a un acuerdo".
Los cinco policías fueron sometidos a una rueda de reconocimiento y tanto la esposa como la suegra del prófugo no dudaron en señalar a Almirón como el uniformado que se reunió con ellas y porque había participado de un allanamiento a su casa.
"EL NARCOTRÁFICO PAGA CON LA MUERTE"...EN LA MIRA DE LOS SEÑORES DE LA MUERTE:...juez de Instrucción Nº4 de Rosario, Juan Carlos Vienna... fiscal de Cámara Guillermo Camporini y al subjefe de la División Judicial Luis Quevertoque....(LA TRAMA...LAS ESCUCHAS)...(miguel)...www.miguel-policia.blogspot.com.ar
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