Translate

jueves, 27 de marzo de 2014

"EL NARCOTRÁFICO PAGA CON LA MUERTE"...Un Policía si es aliado de narcotraficantes, entonces se trasforma en MATA POLICÍAS...Tal el caso del POLICÍA Germán Almirón...

Secuestran 198 celulares en Coronda y relevan al jefe de la Alcaidía rosarina

Ecos de las comunicaciones entre dos detenidos para planificar el asesinato de un juez, un fiscal y un policía provincial.

Secuela. El escándalo de las escuchas telefónicas desembocó en una sanción al jefe de la Alcaidía de Jefatura.

Por Javier Felcaro / La Capital

En el marco de la investigación abierta tras la revelación de las escuchas telefónicas que permitieron inferir la existencia de un plan para asesinar al juez Juan Carlos Vienna, al fiscal Guillermo Camporini y a Luis Quebertoque, comisario de la División Judicial de la Unidad Regional II de Policía, se secuestraron cerca de 200 celulares en poder de internos de la cárcel de Coronda. Y el Ministerio de Seguridad provincial relevó ayer al jefe de la Alcaidía de la Jefatura rosarina, Marcelo Mendoza, sanción que en las próximas horas puede alcanzar a otras autoridades de esa dependencia.
El policía Germán Almirón y César Arón "Ojudo" Treves, actualmente alojados en la Unidad Penal Nº 11 de Piñero y con vinculaciones con el mundo narco, protagonizaron las escuchas telefónicas que sacaron a la luz un plan para eliminar a Vienna, a Camporini y a Quebertoque. Pero la Justicia aún debe definir el delito a imputar a ambos.
En paralelo a la pesquisa judicial, autoridades policiales y penitenciarias abrieron los sumarios internos correspondientes. Días atrás, la escuchas telefónicas que permitieron descubrir el plan habían sido dispuestas por el juez federal Carlos Vera Barros en una causa que acababa de provocar procesamientos.
Por algún motivo, el magistrado ordenó seguir con las intervenciones telefónicas y, de ese modo, descubrió la llamada entre Almirón (por entonces alojado en la Alcaidía de Jefatura) y Treves (en ese momento detenido en el penal de Coronda).
En ese sentido, durante la tarde del martes y la madrugada de ayer agentes del Servicio Penitenciario provincial requisaron los pabellones 2 y 4 de Coronda, donde secuestraron en poder de los internos al menos 198 equipos de telefonía celular. Llamativamente, el número de reos de ambos sectores de la cárcel es menor a esa cifra. Y todavía faltaba registrar los espacios donde se alojan los presos más peligrosos.
Al respecto, el ministro de Gobierno provincial, Rubén Galassi, afirmó: "La Justicia, en colaboración con el Servicio Penitenciario, adoptó decisiones y se hicieron allanamientos en las celdas".
"Hay que ser claros: no hay una disposición legal que establezca la prohibición de las comunicaciones de los presos. Lo que no vamos a permitir es que un interno tenga una logística para seguir operando desde una celda como si estuviera en libertad. Esas medidas estamos adoptando", agregó.
En ese sentido, fuentes judiciales calificadas señalaron a La Capital que la ley nacional de ejecución penal (Nº 24.660), a la que adhiere la provincia, no impide la libertad de comunicación de internos por cualquier medio.
Por eso, ninguna disposición de parte de autoridades penitenciarias puede alterar los alcances de la norma.
Almirón (ver aparte) fue trasladado el viernes pasado a Piñero, cárcel ubicada en el cruce de las rutas provinciales Nº 12 y 14, al sudoeste de Rosario. Lo propio ocurrió el martes con Treves. A su vez, la Fiscalía Regional comunicó que estaba prevista la habilitación de "un sistema de inhibición (bloqueo) de señales de teléfonos celulares" en ese centro de detención.
A Treves, por su parte, lo habían llevado a Coronda por su participación en un homicidio ocurrido en Maipú al 800 (irá a juicio por ese hecho, ver página 34) y tras ser arrestado con dos kilos de pasta base y acetona, elementos clave para la producción de cocaína.
En tanto, Seguridad relevó a Mendoza al frente de la Alcaidía de Jefatura. Una sanción que puede llegar a alcanzar a otras autoridades del área.
Es que, en paralelo al plan para asesinar a dos de los principales impulsores de las investigaciones en marcha para contener a la red dedicada a delitos violentos que opera en la ciudad —ligados al narcotráfico— y a un policía, la escuchas amplificaron la trama de sobornos y venta de estupefacientes que, sin sobresaltos, se venía tejiendo en penales de la provincia.

El traslado de un preso revela el terror con que se vive en Rosario

Se trata del policía acusado de dar información a un grupo que planeaba matar a un juez y a un fiscal; lo trasladó a tribunales un grupo de elite penitenciario con armas largas

 LA NACION


Ver más fotos Bien seguro, el grupo de elite lleva al preso en una camioneta. Foto: LA NACION

ROSARIO.- Con un gran despliegue de seguridad realizado por el Grupo de Operaciones Especiales Penitenciario (GOEP), Germán Almirón, el policía preso que tramó con otro convicto matar al juez Juan Carlos Vienna y al fiscal Guillermo Camporini, fue indagado ayer por una causa federal en la que quedó imputado por facilitar información muy importante a un grupo de narcotraficantes.

Tras declarar, Almirón regresó a un sector de máxima seguridad de la cárcel de Piñero, situada a unos 30 kilómetros de Rosario. Su celda individual está frente a la de Ariel "Guille" Cantero, uno de los jefes de la banda de los Monos.

Su abogada defensora, Paula Ríos, pidió el traslado de Almirón de ese penal porque -según argumentó- fue uno de los policías que participaron en la detención del jefe narco.

Pero Cantero, cabe recordar, se entregó solo en la Jefatura de Policía de Rosario el 20 de junio pasado, tras estar prófugo más de dos meses. "Guille" Cantero fue procesado por el homicidio de Diego "Tarta" Demarre, a quien ejecutaron desde un auto. Ello ocurrió un día después de que fue asesinado Claudio "Pájaro" Cantero, hermano de "Guille", el encargado de llevar adelante un raid de venganzas que dejó cuatro muertos en cinco días.
VIGILADO POR EXPERTOS

Ocho efectivos del GEOP, el grupo de elite del Servicio Penitenciario de Santa Fe, con armas largas y los rostros cubiertos, trasladaron a Almirón -que tenía colocado un chaleco antibalas- desde la prisión de Piñero hasta la sede de los tribunales federales de Rosario, donde en el Juzgado Nº 3, a cargo de Carlos Vera Barros, le informaron que está imputado de facilitar datos sensibles a un grupo narco, liderado por Reina Isabel Quevedo, detenida y procesada junto con su socio Julio César Feldkircher el 9 de febrero pasado en operativos múltiples que se hicieron en Salta y Rosario.

Almirón aparece en una escucha telefónica en la que se desprende que tiene un vínculo con Feldkircher, el encargado dentro de este grupo de reprocesar y distribuir la cocaína de máxima pureza que Quevedo traía del norte argentino.
El nombre de este policía trascendió a los medios de prensa, luego de que apareció en otras escuchas realizadas por la justicia federal hablando con el convicto César Arón Treves, detenido en la cárcel de Coronda, sobre un supuesto plan para atentar contra el juez Vienna, el fiscal Camporini y el subjefe de la División Judicial, Luis Quebertoque. Anteayer, jueces y fiscales realizaron un acto en los tribunales de esta ciudad para repudiar la violencia y las amenazas contra funcionarios judiciales.

En el fuero federal decidieron dar aviso el miércoles de la semana pasada al fiscal general de la provincia, Julio de Olazábal, luego de que el juez Vera Barros leyó la desgrabación de las conversaciones entre Almirón y Treves.

"En el contenido de las conversaciones telefónicas -se agregó- es posible inferir un plan para atentar contra jueces y fiscales, siendo el ideólogo de este plan el abonado intervenido." Ese celular interceptado era el que estaba supuestamente en poder de Almirón, que gozaba del beneficio de contar con un aparato dentro de la prisión. Su abogada advirtió que el teléfono móvil que le encontraron en la celda el viernes pasado "se lo dejó su hijo para que escuchara música y no hizo llamadas".

En el registro de las escuchas Almirón habla con Treves sobre el sicario que habrían contactado para eliminar al magistrado. "Pensalo tranquilo, meditá y mañana a la noche me decís si nos comemos el arroz con salchicha (por el juez Vienna) o nos comemos al Bocón (al fiscal Camporini). Vos pensalo. Porque si yo me como al Bocón, salchicha se va a pegar un susto bárbaro." Y confirman quién va a ser el sicario que va a llevar adelante el plan: un tal "Anteojito".

El policía ya estaba detenido desde fines de enero pasado, pero por otra causa, que se investiga en la justicia provincial. Este suboficial que se desempeñaba en la Brigada Operativa de la División Judicial está acusado de "extorsionar" a la familia de Juan Domingo Ramírez, que está sindicado como sicario de la banda de los Monos, a quien dejaron escapar del penal de la Jefatura de la Policía de Rosario nueve horas después de ser apresado. Almirón está acusado de exigirle a la esposa de Ramírez la entrega de un automóvil Citroën C3 y dinero en efectivo a cambio de dejarlo huir.

Treves recibió una mala noticia de la Cámara de Apelación en lo Penal, que confirmó su procesamiento como partícipe primario en el homicidio de Gustavo Serra, un hombre baleado en noviembre de 2012 en una playa estacionamiento del centro de Rosario

"EL NARCOTRÁFICO PAGA CON LA MUERTE"...Un Policía si es aliado de narcotraficantes, entonces se trasforma en MATA POLICÍAS...Tal el caso del POLICÍA  Germán Almirón...Comentado, titulado y publicado por Miguel...

No hay comentarios:

Publicar un comentario