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18/06/2017....
Violencia en Rosario
Se demora el juicio a "Los Monos", en medio de una guerra narco imparable
El último capítulo sangriento acabó con la vida de la hermana del "Viejo" Cantero, el primer jefe de la banda, quien será uno de los 23 juzgados, junto a 13 policías. El proceso debía comenzar este miércoles, pero se retrasó hasta fecha incierta.
Mural. En la pared, la figura de Claudio “Pájaro” Cantero, ex jefe de “Los Monos”. Su muerte, en 2013, desató una guerra sin fin.
Narcotrafico
Rosario...(Provincia de Santa Fe )
La guerra narco no da tregua en Rosario. El crimen de Isabel "Chabela" Cantero, hermana del mentor de "Los Monos", Máximo "Viejo" Cantero, volvió a poner en el centro de la escena un enfrentamiento que se dirime a sangre y fuego. Mientras tanto, el juicio oral y público contra la poderosa banda narco “Los Monos” se demora. Previsto para este miércoles, finalmente se pospuso porque restaban sumarse pruebas a un expediente ya voluminoso. Se estima que uno de los procesos judiciales más complejos desarrollados hasta el momento en la ciudad se iniciará no antes de agosto. Por el tribunal pasarán más de 300 testigos. El trámite, estiman en la Justicia de Rosario, demoraría al menos dos meses.
El caso tiene múltiples delitos por juzgar: asesinatos, extorsiones, abuso de armas, lesiones, cohecho, encubrimiento agravado e incumplimiento de los deberes de funcionario público en el caso de los ex agentes de las fuerzas de seguridad involucrados. Por el momento se juzgará a 23 integrantes de una asociación ilícita que, de acuerdo al juez que los procesó, conformaban una maquinaria dedicada “al negocio de la violencia”.
A Ariel “Guille” Cantero se lo señala como líder de la banda. Se le imputa el homicidio de Diego Demarre, el dueño del boliche en cuyas inmediaciones asesinaron en mayo de 2013 a otro de los capos de “Los Monos”, Claudio “Pájaro” Cantero.
También su padre se sentará ente los acusados: a Máximo “El Viejo” Cantero lo alcanza una imputación menor a la de su hijo, ya que fue calificado como miembro “raso” de la organización.
La historia de Cantero padre es singular: se lo ubica como el hombre que inició en los '90 a la banda, enfrentándose a sangre y fuego con otros grupos de la zona sur de Rosario para manejar el negocio de la venta de drogas. Cuando empezaron a caer los integrantes de la organización narco desapareció. Estuvo dos años prófugo hasta que lo encontraron arriba de un carro tirado por caballos, como si se tratase de un ciruja.
El juicio oral y público tenía previsto iniciarse este miércoles. La fecha no era casual. El 21 de junio, pero de 2013, se entregó “Guille” a la Justicia. Pasaron cuatro años de prisión preventiva. La ley permite que se lo mantengan encarcelado sin juicio dos años, y extenderlo dos veces por un año más en casos excepcionales. Esta semana sus abogados estarían en condiciones de reclamar su libertad. Creen que el tribunal, planteando que la fecha de inicio del juicio se fijará para las próximas semanas, no se la concederá.
Claudio "Pájaro" Cantero, asesinado en 2013.
La demora en el comienzo podría sumar otro elemento no menor al trámite: quizás se espere para sentar también entre los acusados a Ramón “Monchi” Machuca, hijo de crianza de los Cantero y el otro de los señalados como conductor de la banda. El trámite de “Monchi” se demoró porque estuvo prófugo tres años, pero los abogados defensores plantean que por cuestiones de “economía procesal” es necesario sumarlo al resto de los miembros de la banda. De lo contrario, señalan, se repetiría casi el mismo juicio dos veces.
“El juicio a Monchi va a ser una réplica en el ochenta por ciento del que se va a iniciar contra Ariel y Guille Cantero. Era un dispendio y un gasto para el Estado innecesario”, aseguró a Clarín Carlos Varela, abogado de los Cantero.
A "Monchi" también lo aguarda un panorama difícil: no sólo es señalado como líder de la asociación ilícita. Se lo acusa de estar involucrado en cuatro homicidios, tres en venganza por la muerte de su hermanastro y otro cometido contra una adolescente, ejecutada porque él ordenó atacar un búnker de drogas que perjudicaba el negocio de “Los Monos”.
Milton Damario, preso por el crimen de Claudio “Pájaro” Cantero.
El proceso que llevó a juicio a la banda fue cuestionado reiteradas veces por los abogados defensores, quienes indican que el juez Juan Carlos Vienna fue parcial y cuestionan las pruebas que sumó al expediente. Ese argumento será central en los debates, aun cuando distintos fallos sostuvieron los elementos aportados por Vienna.
Sobre el juez pesa la sospecha de una relación cercana con Luis Paz, padre de Martín “Fantasma” Paz, un joven que fue eliminado por “Los Monos” tras intentar iniciarse por su cuenta en el negocio narco.
La muerte del “Fantasma”, en septiembre de 2012, permitió iniciar la investigación contra la banda. Sobre Paz padre pesan distintas sospechas: se lo registró en dos viajes a Estados Unidos junto a Vienna. Y algunos elementos lo aproximan al asesinato del “Pájaro” Cantero, un episodio que continúa sin resolverse.
Entre las pruebas que se aceptaron sumar, y que dilataron el comienzo del proceso, están justamente aquellas que permiten debatir el rol de Vienna. En las últimas semanas los abogados de “Los Monos” recusaron al juez que presidirá el tribunal, Ismael Manfrín, y al camarista que lo respaldó, Daniel Acosta. Todos esos planteos fueron rechazados.
Entre los imputados está Francisco Lapiana, quien llegó a tener el 30 por ciento del pase del futbolista de la selección Angel Correa, y 13 policías que cumplía distintos roles y que tenía una sumisión total hacia "Los Monos", al punto de ser reprendidos si no cumplían una orden. Es el caso, por ejemplo, del comisario Angel “Chichito” Avaca. “Me apagaste la radio. Vos sabés que había bardo. Me tenés que llamar, ¿para qué te estoy pagando?”, le reclama “Monchi” en un llamado.
Sergio Blanche obtenía municiones y, a cambio, recibía por ejemplo un televisor. Juan Delmastro o Gustavo Pereyra entregaban información sensible y el agente de la Federal Waldemar Gómez ponía esmero en colaborar: se ofrecía para ir personalmente a pegarles “un toquecito” y dejar para “cocinarlos después” a un grupo que había baleado un búnker en el que los Cantero comercializaban drogas. La Policía, se sabe, cumplía un papel central para el funcionamiento de la banda.
Violencia en Rosario
Se demora el juicio a "Los Monos", en medio de una guerra narco imparable
El último capítulo sangriento acabó con la vida de la hermana del "Viejo" Cantero, el primer jefe de la banda, quien será uno de los 23 juzgados, junto a 13 policías. El proceso debía comenzar este miércoles, pero se retrasó hasta fecha incierta.
Mural. En la pared, la figura de Claudio “Pájaro” Cantero, ex jefe de “Los Monos”. Su muerte, en 2013, desató una guerra sin fin.
Narcotrafico
Rosario...(Provincia de Santa Fe )
La guerra narco no da tregua en Rosario. El crimen de Isabel "Chabela" Cantero, hermana del mentor de "Los Monos", Máximo "Viejo" Cantero, volvió a poner en el centro de la escena un enfrentamiento que se dirime a sangre y fuego. Mientras tanto, el juicio oral y público contra la poderosa banda narco “Los Monos” se demora. Previsto para este miércoles, finalmente se pospuso porque restaban sumarse pruebas a un expediente ya voluminoso. Se estima que uno de los procesos judiciales más complejos desarrollados hasta el momento en la ciudad se iniciará no antes de agosto. Por el tribunal pasarán más de 300 testigos. El trámite, estiman en la Justicia de Rosario, demoraría al menos dos meses.
El caso tiene múltiples delitos por juzgar: asesinatos, extorsiones, abuso de armas, lesiones, cohecho, encubrimiento agravado e incumplimiento de los deberes de funcionario público en el caso de los ex agentes de las fuerzas de seguridad involucrados. Por el momento se juzgará a 23 integrantes de una asociación ilícita que, de acuerdo al juez que los procesó, conformaban una maquinaria dedicada “al negocio de la violencia”.
A Ariel “Guille” Cantero se lo señala como líder de la banda. Se le imputa el homicidio de Diego Demarre, el dueño del boliche en cuyas inmediaciones asesinaron en mayo de 2013 a otro de los capos de “Los Monos”, Claudio “Pájaro” Cantero.
También su padre se sentará ente los acusados: a Máximo “El Viejo” Cantero lo alcanza una imputación menor a la de su hijo, ya que fue calificado como miembro “raso” de la organización.
La historia de Cantero padre es singular: se lo ubica como el hombre que inició en los '90 a la banda, enfrentándose a sangre y fuego con otros grupos de la zona sur de Rosario para manejar el negocio de la venta de drogas. Cuando empezaron a caer los integrantes de la organización narco desapareció. Estuvo dos años prófugo hasta que lo encontraron arriba de un carro tirado por caballos, como si se tratase de un ciruja.
El juicio oral y público tenía previsto iniciarse este miércoles. La fecha no era casual. El 21 de junio, pero de 2013, se entregó “Guille” a la Justicia. Pasaron cuatro años de prisión preventiva. La ley permite que se lo mantengan encarcelado sin juicio dos años, y extenderlo dos veces por un año más en casos excepcionales. Esta semana sus abogados estarían en condiciones de reclamar su libertad. Creen que el tribunal, planteando que la fecha de inicio del juicio se fijará para las próximas semanas, no se la concederá.
Claudio "Pájaro" Cantero, asesinado en 2013.
La demora en el comienzo podría sumar otro elemento no menor al trámite: quizás se espere para sentar también entre los acusados a Ramón “Monchi” Machuca, hijo de crianza de los Cantero y el otro de los señalados como conductor de la banda. El trámite de “Monchi” se demoró porque estuvo prófugo tres años, pero los abogados defensores plantean que por cuestiones de “economía procesal” es necesario sumarlo al resto de los miembros de la banda. De lo contrario, señalan, se repetiría casi el mismo juicio dos veces.
“El juicio a Monchi va a ser una réplica en el ochenta por ciento del que se va a iniciar contra Ariel y Guille Cantero. Era un dispendio y un gasto para el Estado innecesario”, aseguró a Clarín Carlos Varela, abogado de los Cantero.
A "Monchi" también lo aguarda un panorama difícil: no sólo es señalado como líder de la asociación ilícita. Se lo acusa de estar involucrado en cuatro homicidios, tres en venganza por la muerte de su hermanastro y otro cometido contra una adolescente, ejecutada porque él ordenó atacar un búnker de drogas que perjudicaba el negocio de “Los Monos”.
Milton Damario, preso por el crimen de Claudio “Pájaro” Cantero.
El proceso que llevó a juicio a la banda fue cuestionado reiteradas veces por los abogados defensores, quienes indican que el juez Juan Carlos Vienna fue parcial y cuestionan las pruebas que sumó al expediente. Ese argumento será central en los debates, aun cuando distintos fallos sostuvieron los elementos aportados por Vienna.
Sobre el juez pesa la sospecha de una relación cercana con Luis Paz, padre de Martín “Fantasma” Paz, un joven que fue eliminado por “Los Monos” tras intentar iniciarse por su cuenta en el negocio narco.
La muerte del “Fantasma”, en septiembre de 2012, permitió iniciar la investigación contra la banda. Sobre Paz padre pesan distintas sospechas: se lo registró en dos viajes a Estados Unidos junto a Vienna. Y algunos elementos lo aproximan al asesinato del “Pájaro” Cantero, un episodio que continúa sin resolverse.
Entre las pruebas que se aceptaron sumar, y que dilataron el comienzo del proceso, están justamente aquellas que permiten debatir el rol de Vienna. En las últimas semanas los abogados de “Los Monos” recusaron al juez que presidirá el tribunal, Ismael Manfrín, y al camarista que lo respaldó, Daniel Acosta. Todos esos planteos fueron rechazados.
Entre los imputados está Francisco Lapiana, quien llegó a tener el 30 por ciento del pase del futbolista de la selección Angel Correa, y 13 policías que cumplía distintos roles y que tenía una sumisión total hacia "Los Monos", al punto de ser reprendidos si no cumplían una orden. Es el caso, por ejemplo, del comisario Angel “Chichito” Avaca. “Me apagaste la radio. Vos sabés que había bardo. Me tenés que llamar, ¿para qué te estoy pagando?”, le reclama “Monchi” en un llamado.
Sergio Blanche obtenía municiones y, a cambio, recibía por ejemplo un televisor. Juan Delmastro o Gustavo Pereyra entregaban información sensible y el agente de la Federal Waldemar Gómez ponía esmero en colaborar: se ofrecía para ir personalmente a pegarles “un toquecito” y dejar para “cocinarlos después” a un grupo que había baleado un búnker en el que los Cantero comercializaban drogas. La Policía, se sabe, cumplía un papel central para el funcionamiento de la banda.
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