Sr Presidente de la Nación Argentina, Mauricio Macri, ya puede anunciar con seguridad que los TRES prófugos están detenidos...La Policía de la provincia de Santa Fe se lo ASEGURA !!!!.
DE NUESTRO BLOGS: www.miguel-policia.blogspot.com.ar
Asi atraparon a MARTIN LANATTA: Fue un POLICIA DE LA PROVINCIA DE SANTA FE, RETIRADO...Su nombre...ENZO DUPRÁ, pertenece a la Policía de la provincia de Santa Fe, 56 años de edad, 32 años en la fuerza, se retiró en Agosto del 2015. Por eso decimos siempre: Un Policía, siempre sera un Policía, no importa si esta retirado, y lo dice la Ley, un policía retirado mantiene su estado policial y por lo tanto debe a la fuerza derechos y obligaciones como policía que sigue siendo, solo que ya no tiene algunas obligaciones de aquel que continúa en actividad y que se puede leer en LA LEY POLICIAL DE LA PROVINCIA DE SANTA FE NRO 12521...ART 26 Y ART 28 que quisieran que la lean, se informen y sepan QUE UN POLICÍA RETIRADO, SOLO ESTA RETIRADO Y NO MUERTO, y que la palabra "EX POLICÍA", NO EXISTE...Ahora decimos que, a nivel provincial, si bien al retirado se le paga el 82 por ciento móvil, el engaño, o error esta en los aumentos que se le otorgan al personal en actividad y daremos un solo ejemplo ( cuando al policía en actividad le aumentan el riesgo de vida o profesional, al retirado no le toca nada dentro del 82 por ciento móvil), se entiende?, Por eso un policía retirado gana miserablemente, de esto no se acordó ni le importó a ENZO DUPRÁ, el solo ACTUÓ, porque así se lo mando su espíritu policial poniendo en RIESGO su propia vida y CAPTURANDO A UNO DE LOS MAS PELIGROSOS NARCOCRIMINALES....
Asi fue la captura de CRISTIAN LANATTA Y SCHILLACI: MARTIN FRANCO, capataz del molino arrocero, fue a controlar su trabajo cuando FUE SORPRENDIDO POR LO PRÓFUGOS,...Vos sabes quiénes somos?-No, no tengo idea-, respondió el capataz ante los dos sujetos vestidos de gendarmes...
-Dale, no te hagas el boludo que sabes bien quiénes somos, insistieron.
-No sé, estoy en el medio del campo no tengo idea de nada-, disimuló
Claramente muestra este diálogo que MARTIN FRANCO NO ENCONTRÓ A LOS PRÓFUGOS, todo lo contrario, LOS PELIGROSOS PRÓFUGOS LO ENCONTRARON A EL... ‘Queremos llegar a Reconquista para irnos a Paraguay, no nos vamos a entregar’, me dijeron”. sentenciaron los narcocriminales, lejos de las tonterías que se escuchan de que "se entregaron o que estaban casi muertos, dicho esto, extrañamente se los ve en las fotografías "ni muertos, ni extremadamente delgados, solo cansados de correr y lejos de querer entregarse YA QUE LLEVABAN ARMAS DE GUERRA LISTAS PARA DISPARAR"...Las Tropas Operaciones Especiales de la policía de Santa Fe ingresaron apuntando pero los descolocó la respuesta de Cristian Lanatta, quien estaba desarmado. “Jefe, ¿qué pasa? ¿Todo tranquilo? Estamos por tomar unos mates y después arrancamos”, intentó disimular el prófugo, actuando como un gendarme más ante lo que ya era, prácticamente, una detención consumada. Fueron las TOE Tropas de Operaciones Especiales de la Provincia de Santa Fe quienes detuvieron a esto dos peligrosos narcocriminales con la colaboración y valentía del capataz MARTÍN FRANCO...Las cosas claras: En esta búsqueda implacable muchos " expertos, como gustan que los llamen y algunos detractores", dicen que todo fue POR CASUALIDAD, "que si no fuera que les faltaba agua, o que volcaron con la camioneta, o que estaban cansados, o que justo apareció el policía retirado, o que justo el capataz, etc etc etc, tratan de minimizar el procedimiento al extremo, pero ninguno se pregunta "POR QUÉ ESTOS NARCOCRIMINALES ESTABAN EN ESAS CONDICIONES Y EN ESE LUGAR, CLARAMENTE ACORRALADOS POR LAS FUERZAS POLICIALES,(aún sin estar detenidos) QUE NO LES PERMITIÓ SEGUIR SU HUIDA HACIA EL PARAGUAY, LOS OPERATIVOS NO FALLARON EN UN SENTIDO GENERAL, AUNQUE SI DEBEMOS ACEPTAR QUE SE DEBE TENER UN POCO MAS CLARO LOS PROTOCOLOS A SEGUIR EN ESTAS SITUACIONES DE EXTREMA PELIGROSIDAD PARA LA POBLACIÓN"...Hablar ahora de las fuerzas "expedicionarias", llámese GENDARMERIA, POLICÍA FEDERAL, POLICÍA AEROPORTUARIA, PREFECTURA, POLICÍA BONAERENSE, (perdón si me olvido de alguna), DEBEN OCUPARSE URGENTEMENTE EL GOBIERNO NACIONAL Y SU MINISTERIO DE SEGURIDAD NACIONAL, por lo demás ya TODOS LO VIMOS y las críticas y dudas sobran...
VALEN ENTONCES ESTAS PALABRAS:
"AL UNIFORME POLICIAL SE LO RESPETA" "UN POLICÍA QUE SE PASE A LAS FILAS DEL NARCOTRÁFICO Y DE LA TRATA DE PERSONAS INMEDIATAMENTE SE TRANSFORMA EN UN CRIMINAL DESTRUCTOR DE FAMILIAS Y ASESINO DE POLICÍAS"..."UN POLICÍA CORRUPTO DEJA DE SER POLICÍA Y ES SOLAMENTE UN CORRUPTO MERECEDOR DE QUE SE LE APLIQUE TODO EL PESO DE LA LEY Y AUN EL DOBLE"...Por esta razón desde nuestro blogs y el de nuestro amigo SALAM JOB, DENUNCIAMOS PERMANENTEMENTE A LA CORRUPCIÓN Y EL CRIMEN ORGANIZADO AUN SI ESTOS ESTUVIERAN CONFORMADOS POR POLICÍAS..." DEBEN SABER AQUELLOS QUE SE DICEN POLICÍAS Y QUE CON SU ACCIONAR CRIMINAL HACEN QUE ASESINEN A POLICÍAS HONESTOS, QUE DESDE NUESTRAS PÁGINAS, REDES Y DEPENDENCIAS ASIGNADAS PARA TAL FIN, NO CEJAREMOS EN NUESTRO INTENTO DE CONTINUAR LA LUCHA CONTRA EL CRIMEN ORGANIZADO O CUALQUIER OTRO DELITO PROVENGA DE DONDE PROVENGA..."AL UNIFORME SE LO RESPETA"...MIGUEL/SALAM JOB
Piensa que... "Cuando el leñador entra en el bosque con el hacha en el hombro, los árboles dicen "Pensar que el mango es de los nuestros"
"AL UNIFORME POLICIAL SE LO RESPETA" "UN POLICÍA QUE SE PASE A LAS FILAS DEL NARCOTRÁFICO Y DE LA TRATA DE PERSONAS INMEDIATAMENTE SE TRANSFORMA EN UN CRIMINAL DESTRUCTOR DE FAMILIAS Y ASESINO DE POLICÍAS"..."UN POLICÍA CORRUPTO DEJA DE SER POLICÍA Y ES SOLAMENTE UN CORRUPTO MERECEDOR DE QUE SE LE APLIQUE TODO EL PESO DE LA LEY Y AUN EL DOBLE"...Por esta razón desde nuestro blogs y el de nuestro amigo SALAM JOB, DENUNCIAMOS PERMANENTEMENTE A LA CORRUPCIÓN Y EL CRIMEN ORGANIZADO AUN SI ESTOS ESTUVIERAN CONFORMADOS POR POLICÍAS..." DEBEN SABER AQUELLOS QUE SE DICEN POLICÍAS Y QUE CON SU ACCIONAR CRIMINAL HACEN QUE ASESINEN A POLICÍAS HONESTOS, QUE DESDE NUESTRAS PÁGINAS, REDES Y DEPENDENCIAS ASIGNADAS PARA TAL FIN, NO CEJAREMOS EN NUESTRO INTENTO DE CONTINUAR LA LUCHA CONTRA EL CRIMEN ORGANIZADO O CUALQUIER OTRO DELITO PROVENGA DE DONDE PROVENGA..."AL UNIFORME SE LO RESPETA"...MIGUEL/SALAM JOB
Piensa que... "Cuando el leñador entra en el bosque con el hacha en el hombro, los árboles dicen "Pensar que el mango es de los nuestros"
MIGUEL...
MIRA LOS INFORMES Y RELATOS DE LOS QUE ESTUVIERON EN EL TEATRO DE OPERACIONES...
Enzo Duprá: “Yo capturé a Martín Lanatta”
Enzo Duprá es un ex policía de 56 años. Estuvo 32 años en investigaciones y se jubiló en agosto de 2015. Fue quien finalmente logró recapturar a Martín Lanatta después que pasara 13 días prófugo. En diálogo con Jorge Álvarez para FM Continental de Santa Fe, Duprá contó su historia.
"Estoy cuidando un campo después de haberme jubilado de la policía. Me jubilé en agosto del año que pasó. Estuve 32 años en investigaciones". Describió Duprá acerca de su vida después de la fuerza.
Consultado por la detención de Martín Lanatta, relató, el ex policía relató: "Fue alrededor de las 10.15 de la mañana. Yo me encontraba en el campo vecino que cuido, estaba tomando mate con un peón que tengo y aparece Martín Lanatta caminando del lado del campo a la casa de mi vecino. Me di cuenta que era una persona desconocida y sabía que andaba la policía buscando a esta gente que había tumbado un vehículo en Campo del Medio. La camioneta estaba tirada a más o menos 3 km de acá. Así que fui a darle una mano a mi vecino. Ya este hombre le había pedido agua y empieza a titubear cuando me ve a mí. Yo no me bajé de la camioneta, y él salió caminando volviéndose para el mismo lugar, para los pastizales, campo adentro. Doy la vuelta con la camioneta, le gano el camino y nombro que soy policía, entonces el tipo se ve medio sorprendido".
"En ningún momento ofreció resistencia ni trató de meter la mano en la mochilita que traía. Al contrario, dijo que se daba por entregado. Esas fueron sus palabras. Justo ahí llegan dos muchachos uniformados y cuando los vio no quiso tirarse al suelo, hasta que lo redujeron y lo pudimos cargar. Pero en ningún momento ofreció resistencia, él lo único que pidió fue que cuiden a los compañeros que venían atrás de él".
En cuanto a quién fue responsable de la detención de Lanatta, Duprá aseguró: Yo mandé a este muchacho que avise a la policía que vengan. Dos policías de Cayastá que estaban ya en el campo adentro y lo llevaron hasta la comisaría.
Fuente: SM
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Un último rehén en una arrocera en la huida trunca hacia Paraguay
Atrapados en Cayastá.Con hambre y sed y vestidos de gendarmes, los prófugos intentaron engañar a la Policía, pero no resistieron el arresto.
Ultimo rehén. Martín Franco, el capataz que estuvo con Lanatta y Schillaci hasta su detención. /H. Passucci
Agencia Santa Fe
-Vos sabes quiénes somos?
-No, no tengo idea-, respondió el capataz ante los dos sujetos vestidos de gendarmes.
-Dale, no te hagas el boludo que sabes bien quiénes somos, insistieron.
-No sé, estoy en el medio del campo no tengo idea de nada-, disimuló.
-Somos los que están buscando la Policía, unos laburantes como vos. Colaborá y no te va a pasar nada.
Eran las 7.30 de la mañana de ayer. Y ese fue el primer diálogo que entablaron los dos prófugos más buscados del país con Martín Franco, el capataz encargado del molino arrocero Spalletti.
Su jefe, que estaba de vacaciones en Brasil pero siguiendo las noticias sobre la búsqueda de los prófugos, le había sugerido que, cuando fuese a la fábrica, lo hiciese con la Policía. Franco cumplió. Llegó a la planta ubicada en el paraje Vuelta del Dorado, a unos 2 kilómetros al sur de Cayastá, junto a policías santafesinos que eran parte del operativo de rastrillaje en la zona. Pero en un momento se alejó de la custodia para controlar su lugar de trabajo.
“Dudé en entrar o no. Pero cuando la policía se alejó a chequear unos campos, me metí igual. Di una vuelta por las calles laterales y me senté en el tractor que estaba en un costado. Ahí se me vienen los dos gendarmes, que resultaron ser los prófugos”, contó a Clarín. Hablaba de dos “gendarmes”, porque por su vestimenta, eso aparentaban ser Cristian Lanatta y Victor Schillaci.
Con aquel diálogo comenzó lo que fueron cuarenta minutos eternos para Franco.
“Me trataron bien pero se los notaba muy cansados y nerviosos. Lo único que pedían era agua y comida. Estaban desesperados”. Sólo le hicieron una advertencia: “‘Mirá que no tenemos problemas en agarrarnos a los tiros y tomarte de rehén’, me dijeron. Yo traté de mostrarme tranquilo para no alterarlos más de lo que estaban aunque por dentro sentí miedo”.
La charla derivó en el objetivo que tenían Lanatta y Schillaci. “Me pidieron la llave de los camiones y me preguntaron para dónde quedaba Santa Fe y para dónde Reconquista. Les contesté y me consultaron por los controles policiales. Le dije que iba a ser complicado porque estaba lleno de retenes la ruta y los caminos rurales están todos intransitables por la crecida de los ríos y arroyos. ‘Queremos llegar a Reconquista para irnos a Paraguay, no nos vamos a entregar’, me dijeron”.
La planta es un amplio terreno con galpones altos y una frondosa arboleda perimetral. En su interior hay varios camiones y a pocos metros del acceso inicial tiene un pequeño vestuario que es donde sus operarios se cambian. Hasta ahí llevaron los fugitivos a su último rehén. Portaban armas cortas que dejaron en una mesa en el interior de ese pequeño espacio de 4x3 metros. “Los policías volvieron a buscarme porque no me veían y entraron al vestuario”. Las Tropas Operaciones Especiales de la policía de Santa Fe ingresaron apuntando pero los descolocó la respuesta de Cristian Lanatta, quien estaba desarmado. “Jefe, ¿qué pasa? ¿Todo tranquilo? Estamos por tomar unos mates y después arrancamos”, intentó disimular el prófugo, actuando como un gendarme más ante lo que ya era, prácticamente, una detención consumada.
Las fuerzas provinciales los esposaron y la noticia comenzó a trascender -esta vez de manera verídica- por todos los medios y redes sociales.
“Mi vida va a seguir igual. Tuve este sobresalto pero no me cambia nada. Aunque puede ser que ahora cuando vaya a la planta me genere algo especial por todo esto que lamentablemente me tocó vivir”, concluyó el capataz.
Ya en la comisaría de Helvecia, les dieron un sandwich de jamón y queso y una inyección para levantarles las defensas y protegerlos de infecciones.
Cristian Lanatta, el más locuaz, no paraba de preguntar por Martín. “¿Dónde está mi hermano? ¿Cómo está?”. No sabía que había sido detenido el sábado, cuando se separaron en medio del campo. Según contó a los policías, habían regresado a la zona para intentar localizarlo. Ese fue el final de la carrera.
Un último rehén en una arrocera en la huida trunca hacia Paraguay
Atrapados en Cayastá.Con hambre y sed y vestidos de gendarmes, los prófugos intentaron engañar a la Policía, pero no resistieron el arresto.
Ultimo rehén. Martín Franco, el capataz que estuvo con Lanatta y Schillaci hasta su detención. /H. Passucci
Agencia Santa Fe
-Vos sabes quiénes somos?
-No, no tengo idea-, respondió el capataz ante los dos sujetos vestidos de gendarmes.
-Dale, no te hagas el boludo que sabes bien quiénes somos, insistieron.
-No sé, estoy en el medio del campo no tengo idea de nada-, disimuló.
-Somos los que están buscando la Policía, unos laburantes como vos. Colaborá y no te va a pasar nada.
Eran las 7.30 de la mañana de ayer. Y ese fue el primer diálogo que entablaron los dos prófugos más buscados del país con Martín Franco, el capataz encargado del molino arrocero Spalletti.
Su jefe, que estaba de vacaciones en Brasil pero siguiendo las noticias sobre la búsqueda de los prófugos, le había sugerido que, cuando fuese a la fábrica, lo hiciese con la Policía. Franco cumplió. Llegó a la planta ubicada en el paraje Vuelta del Dorado, a unos 2 kilómetros al sur de Cayastá, junto a policías santafesinos que eran parte del operativo de rastrillaje en la zona. Pero en un momento se alejó de la custodia para controlar su lugar de trabajo.
“Dudé en entrar o no. Pero cuando la policía se alejó a chequear unos campos, me metí igual. Di una vuelta por las calles laterales y me senté en el tractor que estaba en un costado. Ahí se me vienen los dos gendarmes, que resultaron ser los prófugos”, contó a Clarín. Hablaba de dos “gendarmes”, porque por su vestimenta, eso aparentaban ser Cristian Lanatta y Victor Schillaci.
Con aquel diálogo comenzó lo que fueron cuarenta minutos eternos para Franco.
“Me trataron bien pero se los notaba muy cansados y nerviosos. Lo único que pedían era agua y comida. Estaban desesperados”. Sólo le hicieron una advertencia: “‘Mirá que no tenemos problemas en agarrarnos a los tiros y tomarte de rehén’, me dijeron. Yo traté de mostrarme tranquilo para no alterarlos más de lo que estaban aunque por dentro sentí miedo”.
La charla derivó en el objetivo que tenían Lanatta y Schillaci. “Me pidieron la llave de los camiones y me preguntaron para dónde quedaba Santa Fe y para dónde Reconquista. Les contesté y me consultaron por los controles policiales. Le dije que iba a ser complicado porque estaba lleno de retenes la ruta y los caminos rurales están todos intransitables por la crecida de los ríos y arroyos. ‘Queremos llegar a Reconquista para irnos a Paraguay, no nos vamos a entregar’, me dijeron”.
La planta es un amplio terreno con galpones altos y una frondosa arboleda perimetral. En su interior hay varios camiones y a pocos metros del acceso inicial tiene un pequeño vestuario que es donde sus operarios se cambian. Hasta ahí llevaron los fugitivos a su último rehén. Portaban armas cortas que dejaron en una mesa en el interior de ese pequeño espacio de 4x3 metros. “Los policías volvieron a buscarme porque no me veían y entraron al vestuario”. Las Tropas Operaciones Especiales de la policía de Santa Fe ingresaron apuntando pero los descolocó la respuesta de Cristian Lanatta, quien estaba desarmado. “Jefe, ¿qué pasa? ¿Todo tranquilo? Estamos por tomar unos mates y después arrancamos”, intentó disimular el prófugo, actuando como un gendarme más ante lo que ya era, prácticamente, una detención consumada.
Las fuerzas provinciales los esposaron y la noticia comenzó a trascender -esta vez de manera verídica- por todos los medios y redes sociales.
“Mi vida va a seguir igual. Tuve este sobresalto pero no me cambia nada. Aunque puede ser que ahora cuando vaya a la planta me genere algo especial por todo esto que lamentablemente me tocó vivir”, concluyó el capataz.
Ya en la comisaría de Helvecia, les dieron un sandwich de jamón y queso y una inyección para levantarles las defensas y protegerlos de infecciones.
Cristian Lanatta, el más locuaz, no paraba de preguntar por Martín. “¿Dónde está mi hermano? ¿Cómo está?”. No sabía que había sido detenido el sábado, cuando se separaron en medio del campo. Según contó a los policías, habían regresado a la zona para intentar localizarlo. Ese fue el final de la carrera.
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