Translate

viernes, 9 de enero de 2015

“Alahu al akbar ”...Dios Es Grande...Entre el terrorismo de las armas y el terrorismo de los que profanan religiones con burlas que pretenden ser graciosas esta la muerte al acecho.



ANÁLISIS Atentado en París, la evolución de la 'guerra contra el infiel'


La yihad y la Tercera Guerra Mundial



ANTONIO ELORZACatedrático de Hª del Pensamiento Político. UCMActualizado: 07/01/2015 15:49 horas


Hay una sentencia, o hadiz, del Profeta que siempre resulta citada en los intentos de presentar la yihad, la guerra contra los infieles, como algo secundario, "yihad menor", por contraste con la "yihad mayor", la lucha del creyente consigo mismo. Lo habría dicho Mahoma al regresar precisamente de una campaña militar. Suele añadirse que incluso esa yihad menor, por prescripción suya, solo ha de practicarse como resistencia frente a una agresión. El valor polémico de su uso es claro, al minimizar la carga de violencia; la deformación que introduce en la comprensión de la yihad, también.

De entrada, el hadiz pertenece a una colección sin prestigio alguno, ni de lejos se encuentra en las seis "seguras", y el gran teórico del siglo XIII Ibn Taymiyya lo juzgó falso. ¿Por qué? La razón está en que el concepto de yihad es unidireccional, se orienta a Alá, sin espacio para debate interno alguno en el creyente. El concepto de yihad,definido en la fase de predicación de Mahoma en La Meca, es esfuerzo hacia Alá, acción de entrega a Alá, aun sin violencia, sin que exista contradicción alguna en que esa disposición, con el Profeta armado en Medina, se convierta en esfuerzo de guerra en la senda de Alá contra los infieles (y gentes del libro) hasta la victoria final de la verdadera religión.

Los hadices lo confirman masivamente y la propaganda islamista desde y en lugares muy respetables -de la editora oficial saudí a la gran mezquita de Londres hasta ayer-, no deja espacio alguno a la duda: los símbolos de la yihad son la espada y el kalashnikov. Y es bien significativo que cuando los pacíficos saudíes presentan el Corán, con el versículo 8.60, único en que se emplea el término
"terror" contra los enemigos de Alá, no dudan en sustituir el empleo de la caballería, recomendando medios más modernos: cañones, tanques, misiles. Más claro, imposible.


En la segunda mitad del siglo XX entró en escena la confrontación de sectores crecientes del Islam con Occidente, con Israel como permanente factor de irritación. Tuvo lugar así la convergencia -encarnada por Al Qaeda- de la radicalización de los Hermanos Musulmanes (Sayyid Qutb), promotores de una islamización de la sociedad musulmana, pervertida por el dominio de Occidente, con la supervivencia del rígido wahhabismo en Arabia Saudí, partidario de una ortodoxia militante frente a infieles y herejes (chiíes). La búsqueda de la reislamización coincidió con el
llamamiento a la guerra "en la senda de Alá". Y por todos los medios. A ello se sumó la globalización de las comunicaciones (TV, internet), gracias a la cual por fin la umma, la comunidad de los creyentes, se fue haciendo una realidad, y una realidad actuante a escala mundial.
El mensaje del 11-S

En el llamamiento de Bin Laden de 1998, el enemigo principal es Estados Unidos ("y sus aliados"). Los atentados del 11-S parecen confirmar esa prioridad, incluso cuando Al Zawahiri, el número dos, recupera un episodio ejemplar de la vida de Mahoma (Ibn Ishaq/Ibn Hisham) donde propone matar al primer judío que sus seguidores se encuentren; ahora, en el libro explicativo del gran atentado, la recomendación se extiende a los norteamericanos.



La proyección terrorista de la yihad se extendió a escala mundial, de Bali a Londres, pasando por el 11-M

Pero muy pronto, respondiendo al precedente de Kenia, la proyección terrorista de la yihad se extendió a escala mundial, de Bali a Londres, pasando por nuestro 11-M. En el yihadismo, nuevo terrorismo islámico, se fundieron la mentalidad arcaizante con la adopción de una tecnología moderna, tanto en la preparación y realización de los atentados como en la propaganda. Sobre lo primero, ¿qué mejor justificación que el regreso al tiempo de "los piadosos antepasados" (al salaf, al salih), puestos como patrón de conducta en el hadiz, para apelar a la fe de los creyentes en la edad de oro del Profeta y sus sucesores, los califas bien guiados, artífices de la expansión islámica?

La imagen de Bin Laden como jeque del desierto, al lado de la cueva y del caballo, eso sí con el kalashnikov en la mano, era una acertada escenificación de esa voluntad arcaizante; lo mismo que el título de la obra en que Al Zawahiri relata desde un periódico de Londres las glorias del atentado de las Torres Gemelas: Caballeros bajo el estandarte del Profeta.


Portada de la revista Charli Hebdo.

Para los yihadistas, el tiempo de la tercera guerra mundial había comenzado. Su justificación desde el Corán no ofrece dudas: habrá que insistir en la yihad hasta que cese la discordia (fitnah), es decir, hasta que impere sin obstáculos la fe en Alá. De ahí surgirá la ilustrativa división del mundo entre dar al-islam, el espacio dominado por los creyentes, y dar al-harb, el territorio de guerra, lo cual supone que al permanecer en manos infieles ha de ser finalmente sometido. Y por lo mismo, dar al-islam es un espacio sagrado, donde no cabe el retroceso: más que del tema de Palestina, con su vinculación contemporánea, el mejor ejemplo sería al-Ándalus, cuya recuperación, según explicaba un islamista moderado español, Mansur Escudero, constituye un deber para los creyentes.

El error al infravalorar la citada perspectiva bélica a escala mundial procede de la forma del conflicto, que no es un choque de ejércitos sobre territorios en disputa, aun cuando ese aspecto pueda darse a escala regional, sino una proliferación incesante de brotes insurreccionales yihadistas que se suceden en distintos lugares del mundo, en parte por impulso directo de Al Qaeda o de organizaciones anexas, y en parte por grupos yihadistas locales. El concepto de estrategia de oportunidad política es aquí capital para entender cómo la semilla que fuera sembrada se convierte en organización militar/terrorista, con pretensiones de dominación total, allí donde hay una situación política de crisis o desplome del Estado. Siria, Iraq, Malí, Nigeria, son ejemplos bien claros de ello.
Influencia Wahhabi

En ese vacío, la cohesión religiosa y militar se convierte en un factor decisivo. La yihad aglutina. La enseñanza salafí se aplica puntualmente a la construcción de un monopolio del poder. Guerra a muerte contra los infieles y los herejes chiíes; creación inmediata de un orden social y religioso basado en la sharía, más que islamista wahhabí, pero sin caos alguno; aplicación estricta del terror para la dominación y como propaganda; aprovechamiento de todo recurso económico accesible, desde las subvenciones masivas a la extorsión... y a la exportación de petróleo; simbología forjada en torno a "los piadosos antepasados", y, por último, recuperación del agente unificador que en la etapa expansiva del Islam representó el califato.



La difusión del pensamiento es clave para las bases de un Islam acorde con el marco democrático

En su mensaje tras el 11-S, Bin Laden advertía a Estados Unidos de que no tendría paz hasta que la hubiera en Palestina y los ejércitos infieles no abandonasen el suelo sagrado de Arabia. El autoproclamado califa, Abu Bakr al Baghdadi, va más allá y, en seguimiento del libro sagrado, declara su dominio universal: "El poder pertenece a Alá, a su Enviado y a los creyentes" (Corán, 63, 8).

Los voluntarios europeos en el Estado Islámico nos recuerdan algo muy importante: el tiempo perdido desde el 11-S y el 11-M, cuando se hizo patente la exigencia de responder al reto yihadista en la enseñanza, en la difusión del pensamiento y en la predicación, sentando las bases de un Islam acorde con el marco democrático. Un cesto para el que sin duda había mimbres. Entre nosotros, nada se hizo, salvo en la crucial materia de seguridad, malgastando incluso los recursos en proyectos costosos e ineficaces como la Alianza de Civilizaciones.


Dibujos de muertePosted: 09 Jan 2015 03:22 AM PST


JE SUIS CHARLIE. Crist, uno de los tantísimos dibujantes que se solidarizaron.
El brutal atentado perpetrado contra el semanario "Charlie Hebdo" dejó como saldo 12 personas asesinadas y otros tantos heridos, sumado a la indignación que se extendió no solo a Francia sino al resto del mundo.

El atentado es, ante todo, injustificable desde cualquier punto de vista. Los autores ideológicos y materiales de esta dolorosa masacre deberán responder ante la Justicia.

De todas maneras, hay datos que no cierran. Al momento, ya se sabe quienes habrían sido los autores de la masacre. Según versiones oficiales, los criminales pudieron ser identificados porque habrían olvidado sus documentos personales en el automóvil en el que se movilizaban (¿¿??). Y si bien en las filmaciones se los ven que estaban encapuchados, la policía francesa ya se encargó de difundir fotografías de los rostros de los supuestos terroristas. Hasta se hablan de que habrían utilizado armas de procedencia soviética (!).

Según testigos, los asesinos fueron dos individuos que irrumpieron armados con fusiles en las oficinas de "Charlie Hebdo" al grito de “Alahu al akbar” (Dios es grande) y, cuando huían en un auto negro, habrían vociferado “Vengamos al profeta Mahoma. Matamos a Charlie Hebdo”.

Desde hacen unos años, el mencionado periódico francés ya venía siendo amenazado por extremistas islámicos quienes no soportaban que en "Charlie Hebdo" se burlaran del profeta Mahoma y de sus seguidores. De hecho, en el año 2011 incendiaron las instalaciones del periódico con bombas molotov. Pese a ello, periodistas y dibujantes fueron redoblando la apuesta atacando con sus dibujos a la comunidad musulmana; seguramente eran concientes de que sus vidas corrían peligro por ello.

Es entonces que, dado el grave peligro que corrían los dibujantes de "Charlie Hebdo", resulta extraño que al momento del atentado solo había un efectivo policial en las oficinas del semanario.




UNA PREMONICIÓN DIBUJADA. Días antes de la masacre, Charb presentó
este dibujo titulado "Aún no hay atentados en Francia", a lo que un
fundamentalista replica "¡Esperen! Tenemos hasta finales de enero
para felicitar a la gente" (¿?).
Stephane Charbonnier, quien era conocido como Charb, era el Director de "Charlie Hebdo" y fue uno de las personas asesinadas. Siempre hizo gala de su ateísmo y sen más de una oportunidad se mostró desafiante ante los extremistas islámicos con declaraciones como "Mahoma no es sagrado para mí", además de afirmar "No culpo a los musulmanes por no reírse de nuestros dibujos. Vivo bajo la ley francesa. No bajo la ley del Corán''.

Entre quienes alzaron sus voces de repudio encontramos a aquellos que se autoproclaman como "progresistas", quienes trazaron diversos análisis en el que terminan vinculando a este doloroso hecho con sus propias luchas ideológicas. El gobierno argentino no quiso ser menos al emitir ayer un comunicado a través de la Cancillería en el que manifiesta "la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, el gobierno y el pueblo argentino condenan enérgicamente el bárbaro ataque terrorista ocurrido en la mañana de hoy en la capital francesa, en la sede del semanario “Charlie Hebdo”, que causó la muerte de más de una decena de personas y varios heridos". Llama la atención que venga de un gobierno en cuyas filas encontramos a autores de cobardes atentados durante los años '70 y en el que hay siniestros personajes que reivindicaron pomposamente a guerrilleros y golpistas.

Fundado en 1969, dicho semanario apelaba a la sátira para disparar sus críticas ácidas no solo a personajes de la política de Francia, sino de otros países, como así también lanzó dardos contra líderes religiosos.

En la web pululan necrológicas sobre los dibujantes asesinados que hablan de"leyendas del humor gráfico" cuando, a decir verdad, la línea editorial de este semanario no es nada original. Sin ir más lejos, tiene sus similitudes con otras publicaciones de otros países, quienes también recurren a la sátira y a la ironía para atacar otras ideologías políticas y religiosas.

Personalmente, quisiera detenerme en el uso de la "libertad de expresión" que tanto se enarbola. Repasando publicaciones de Charlie Hebdo, lo que se puede ver es que sus trabajos apuntan más a la burla ácida antes que al humor. Los dibujos distan de ser creativos y solo buscan el impacto visual proporcionado por la agresión.

Entonces caben las preguntas: ¿Hasta dónde podemos hablar de libertad de expresión?, ¿cuál es el límite éitco del sarcasmo?, ¿hasta dónde del respeto por las creencias de los demás?, ¿hasta dónde llega el desprecio a la libertad religiosa que queda solapada en esos dibujos?.



CONTRA LA IGLESIA CATÓLICA. Charlie Hebdo responde a la opinión de las autoridades
eclesiásticas sobre el matrimonio gay: "el Cardenal Vingt-Trois tiene tres papás:
padre, hijo y espíritu santo".
Claro que, ante el agravio y la difamación, en las sociedad occidentales se pueden activar mecanismos legales para tomar represalias contra quienes se consideran agresores. Pero en los países de Medio Oriente, los pueblos funcionan con otra lógica, tan distinta a la nuestra como por momentos incomprensible.

Durante estas últimas décadas hemos sido testigos de cómo Occidente intenta imponer la democracia en los países árabes, a sangre y fuego.

Desde esta parte del mundo, mucho se ha escrito sobre la "Primavera Árabe"celebrando la aparición de grupos "rebeldes" que pusieron en jaque a gobiernos totalitarios de Medio Oriente. Resulta cuanto menos curioso que en todas esas revueltas que se festejan en Occidente no se individualizan líderes visibles que dirijan a las masas supuestamente clamorosas de "libertad". Lo cierto es que miles de árabes murieron y mueren por una democracia que probablemente no están pidiendo.

Por otro lado, la inmigración musulmana es mirada de reojo en toda Europa. Nomás en Francia se calcula que son aproximadamente seis millones de personas las que profesan esta religión, lo cual escandaliza a todo un país cuyas instituciones gubernamentales hacen alarde de su ateísmo. El Consejo Francés del Culto Musulmán (CFCM) condenó enérgicamente este atentado pero teme que sus miembros sufran algunas represalias.

Se supo que el grupo yihadista Estado Islámico (ISIS) reivindicó el accionar de los dos terroristas. Precisamente ISIS está acusado de miles de matanzas en nombre del Islam. Luego de este triste atentado, se espera que los gobiernos europeos "revisen" sus políticas de inmigración. Así, el "Terrorismo Islámico" es presentado como el enemigo público número uno de todo el mundo y, en nombre de la guerra contra él, es lo que termina justificando para invadir algún país en el que esté enraizado en el Islam.

¿Se sabrá la verdad? ¿Quiénes se esconden atrás de esta masacre? ¿Quién mató a Charlie Hebdo?
...

 “Alahu al akbar ”...Dios Es Grande...Entre el terrorismo de las armas y el terrorismo de los que profanan religiones con burlas que pretenden ser graciosas esta la muerte al acecho. Titulado,comentado y publicado por Miguel...

No hay comentarios:

Publicar un comentario